El cáncer de piel es una enfermedad maligna producida por la división y crecimiento descontrolado de las células que la forman, con capacidad para invadir los tejidos y estructuras sanas de alrededor y en algunos casos, a otros órganos a distancia. 

Aunque se generalice hablando de cáncer de piel, existen varios tipos entre los que destacan de forma clara los melanomas y los carcinomas cutáneos.  En ambos tipos, el principal factor de riesgo implicado en su aparición son las radiaciones solares, sobre todo las de tipo B (UVB) y las de tipo A (UVA). En la piel, estas radiaciones son capaces de producir mutaciones en el material genético (ADN) de las células que componen la epidermis (capa más superficial de la piel) e impedir su reparación, iniciándose así el proceso de la carcinogénesis o formación de un cáncer.

El sol emite numerosas radiaciones, entre las que destacan los rayos ultravioleta A, B y C (UVA, UVB, UVC), y los rayos infrarrojos. Pero, no todas las radiaciones llegan a la superficie de la Tierra. Los rayos ultravioleta C (UVC) son absorbidos en su totalidad por la capa de ozono, los ultravioleta B (UVB) son absorbidos en parte y los ultravioleta A (UVA) llegan en su totalidad a la Tierra. Cada tipo de radiación, debido a sus características, produce un efecto sobre la piel: Rayos UVA: producen el bronceado y el envejecimiento prematuro. Rayos UVB: son los principales causantes de las quemaduras y los cánceres cutáneos. Infrarrojos: emiten la radiación en forma de calor. Producen sobre la piel la sensación térmica.  

La disminución de la capa de ozono favorece que llegue una mayor cantidad de radiaciones ultravioleta, sobre todo del tipo B, a la superficie de la Tierra facilitando la aparición de enfermedades como el cáncer de piel y las cataratas. Cuanto más alto está el sol (mediodía) más intensa es la radiación UV, ya que incide más verticalmente sobre la superficie de la Tierra y tiene que atravesar menos cantidad de atmósfera. La primavera y el verano son las estaciones del año que más cantidad de radiación solar emiten a la Tierra por lo que las precauciones han de ser mayores, debido a la peligrosidad.  

El índice ultravioleta (UVI o Ultra Violet Index) es una medida de la intensidad de la radiación ultravioleta que alcanza la superficie de la Tierra. Según los datos facilitados por el AEMET, en esta semana se van a  alcanzar en la ciudad de Salamanca niveles peligrosos de radiaciones ultravioletas, yendo en aumento a lo largo de la semana. Desde un nivel de 8 el lunes y martes, a un ascenso hasta 10 el jueves y viernes.

Desde la Asociación Española Contra el Cáncer en Salamanca y debido al compromiso que nuestra asociación tiene con la prevención del cáncer de piel, se quieren hacer llegar una serie de consejos básicos para estos días: beber mucha agua, evitar exponerse al sol de forma directa de 12:00 a 16:00 horas y echarse crema con protección solar antes de salir de casa y renovarla de forma periódica. En el caso de menores de edad, la renovación de la crema solar debe ser más frecuente, evitándose exposiciones prolongadas al sol durante los recreos.

Para lograr trabajar con la población en estas y otras medidas de prevención del cáncer de piel, desde la AECC se ha programado una carpa informativa en el Parque de La Alamedilla el próximo 19 de junio, desde las 11:00 horas.  Se habilitarán espacios de diversión y aprendizaje para los más pequeños, que por medio de juegos y actividades consigan aprender a protegerse de los efectos nocivos del sol. Así como una zona de revisión de lesiones pigmentarias integrada por dermatólogos, dirigida a personas de cualquier edad. 

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