La apertura al turismo de la torre de la Catedral es una realidad a partir de este jueves tras la restauración acometida durante los últimos meses. Así, se incorpora al recorrido de Ieronimus una visita a las nuevas estancias, la Sala del Reloj y la Sala de las Campanas, que están disponibles para salmantinos y turistas. El alcalde, Alfonso Fernández Mañueco, el deán de la Catedral, Ángel Rodríguez y el arquitecto Valentín Berriochoa han inaugurado este jueves la Sala del Cuerpo de Campanas, el ‘techo’ de Salamanca, de 92 metros de altura.
“Hoy es un día de satisfacción y enhorabuena, hemos dado un paso importante para acercar la Catedral a las personas de Salamanca y hacer del conjunto catedralicio uno de los ejes culturales”, ha señalado el alcalde, quien ha invitado a todos los salmantinos y turistas a asomarse a esta “atalaya privilegiada”, ya que desde aquí se explica mejor la historia local. “Las huellas del paso del tiempo son ahora visibles para el público”, ha afirmado.
Además, ha hecho hincapié en el crecimiento de Ieronimus y en la fórmula de autofinanciación que alberga, que evita que el Ayuntamiento tenga que realizar inversión alguna en su mantenimiento. Precisamente, el dinero que ha aportado el Consistorio en este proyecto ha sido de 1.063.833,83 euros, “la gran inversión del año, una inversión del futuro”, según Fernández Mañueco.
Por su parte, el arquitecto Valentín Berriochoa, encargado de la restauración, ha animado al público a ascender al ‘techo’ salmantino e inmortalizar las preciosas vistas: “Todos pueden subir y llevar en su cámara de fotos su mejor recuerdo de la subida”. Por último, el deán Ángel Rodríguez ha destacado que todo este camino “es fruto y expresión de la fe cristiana”.
Proceso de restauración
El proyecto de restauración de la Torre de las Campanas de la Catedral de Salamanca, adjudicado a la empresa Construcciones Cabero por un importe de 1.063.833,83 euros y un plazo de ejecución de siete meses, permite ampliar el recorrido de visita de la Catedral y potenciar la oferta turística de la ciudad. Se trata de unas obras de restauración previstas en el Plan Director de la Catedral de Salamanca, y que, según el proyecto redactado por el arquitecto Valentín Berriochoa, comprenden tanto la restauración exterior como la adecuación del interior de la Torre, en el cuerpo alto, como ampliación de la campaña ya ejecutada en el cuerpo bajo de la Torre entre los años 1997 y 2001.
Las actuaciones en el exterior han afectado al zócalo, al cuerpo de campanas, a la bóveda alta, a la linterna, al cupulín y a la veleta. La intervención precisó del montaje de un gran andamio cuya altura alcanzará 92 metros, equivalentes a un edificio de 30 plantas. En cuanto a las actuaciones en las estancias del interior de la Torre, afectaron a la Sala del Reloj, a la Sala de las Campanas, a la escalera redonda de piedra y a la rectangular de madera. En concreto, en la Sala del Reloj, situada en el más alto de los niveles medievales de la torre, se restauró el suelo con un forjado horizontal de vigas de madera con plano horizontal de tablero y acabado con pavimento de tarima de madera. También se procedió a la limpieza y restauración de paramentos y de los arranques de la bóveda, además de a la colocación de un nuevo forjado de vigas de madera para el techo, con una entrada de luz en el paño central.
Este techo es a su vez el suelo de la Sala de las Campanas, que se ha impermeabilizado y tiene un acabado de losas de pizarra. En esta sala también se han limpiado y restaurado los paramentos, así como la cúpula. En el interior de la sala existe una escalera redonda de piedra que permite el acceso hasta el andén situado al pie de la cúpula. Se han restaurado los peldaños y colocado unos pasamanos de acero. En cuanto a la escalera rectangular de madera, localizada en el costado Este de la torre, tiene el arranque desde el nivel de la cubierta de la Iglesia Vieja y alcanza el nivel de la Sala del Reloj. Se han revisado todos los tramos y sustituido los que estaban en mal estado.
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