Las Navidades podrían estar pasadas por agua, según previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) el 24 de diciciembre llegará un nuevo frente atlántico cargado de nubes, "que se desplazarán de oeste a este, con precipitaciones que serán mas probables en el noroeste y extremo norte peninsulares. No se descarta que de forma ocasional se extiendan al esto de la Península y Baleares, disminuyendo la probabilidad hacia el sureste". La Aemet también cuenta que se producirá un "empeoramiento del tiempo sobre la Península y Baleares, con descenso ligero a moderado de las temperaturas y vientos moderados del Oeste o Suroeste", a partir del 24 de diciembre.
Las lluvias "serán menos probables cuanto más nos aproximemos al área mediterránea, donde sólo se esperan, al igual que en ambos archipiélagos, intervalos de nubes medias y altas. Las temperaturas no cambiaran de forma significativa y el viento será de componente Oeste moderado a fuerte en el litoral gallego y zonas altas del área cantábrica, y flojo a moderado en el resto de la Península y Baleares. En Canarias se esperan vientos del Este flojos a moderados", explica la Aemet en su predicción.
Balance del otoño
Los meses de septiembre a noviembre se han caracterizado principalmente por ser un trimestre húmedo, que sólo ha venido a paliar en parte la escasez de precipitaciones del anterior año hidrológico, manteniéndose el nivel de los embalses por debajo de su media. Las temperaturas del otoño han sido normales con respecto al treinteno 1971-2010, pero mientras que las máximas han sido ligeramente mas bajas que las normales, las mínimas han sido ligeramente superiores. Si exceptuamos los últimos días de noviembre, las heladas fueron esporádicas, y en general débiles, debido a que el flujo dominante del oeste trajo abundante nubosidad. En Salamanca, con 12,7 grados, fue medio grado superior a la media de las últimas décadas.
Por su parte, aunque de manera general las precipitaciones han sido superiores a las normales en este trimestre (186 litros por metro cuadrado, frente a 156 en las últimas décadas en la provincia de Salamanca), existen grandes diferencias de unas zonas a otras debido a que la mayoría de las precipitaciones han tenido componente oeste y suroeste. Así en el extremo noroeste las precipitaciones han quedado un 25% por debajo de la media del trimestre, mientras que en gran parte de las provincias de Ávila y Salamanca han superado en un 25% lo esperado e incluso en algunas zonas el 50%.
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