El Boletín Oficial del Estado (BOE) acaba de publicar el Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, por el que se establece el currículo básico de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato. Desde la Diócesis se lamenta que esta norma aprobada por el Gobierno, en la etapa de Bachillerato, no incluye la enseñanza de la Religión como asignatura fundamental, sino que la ofrece dentro del marco de materias optativas y deja que sean las Comunidades Autónomas o las necesidades de cada centro escolar las que determinen su utilidad. ?Esto podría suponer la desaparición de la asignatura de Religión en el Bachillerato. Hay que señalar que en Formación Profesional el currículo ya no contempla la enseñanza de la Religión?, afirma Julia Gutiérrez, delegada de Enseñanza del Arzobispado en Castilla y León.

A su juicio, el hecho de que el Real Decreto 1105/2014 pueda aplicarse discrecionalmente en comunidades y centros escolares ?supone que el Gobierno de todos los españoles no está aplicando adecuadamente los acuerdos firmados con la Santa Sede en 1979 y plenamente constitucionales en razón del bien común que supone la educación, instrucción y cultura integral (Constitución Española de 1978, art. 27, 2 y 3)?.

Añade Julia Gutiérrez, ofrecer la enseñanza de la Religión en la escuela, incluida la etapa de Bachillerato, es un deber del Estado y corresponde a los padres el derecho/deber de solicitar para sus hijos, en el ejercicio de su libertad, una educación acorde con sus convicciones. ?Por esto la asignatura de Religión es de libre elección (Constitución Española de 1978, art. 16)?, argumental.

Por eso, considera que en un escenario posible la aplicación del currículo básico propuesto por el Real Decreto 1105/2014 permitiría la desaparición de la enseñanza de la Religión en la etapa de Bachillerato. ?Esto significaría que muchos jóvenes sufrirían una pérdida cultural muy significativa ya que la asignatura de Religión posee su propio estatuto epistemológico: presenta un diálogo entre fe y cultura, promueve la convivencia pacífica, justa y solidaria entre las personas y favorece el discurso interdisciplinar en el ámbito académico, imprescindible para proporcionar a las nuevas generaciones un saber integral?.

Carta al presidente de la Junta de Castilla y León

Por todo lo dicho, desde la Delegación diocesana de Enseñanza han solicitado al presidente de la Junta de Castilla y León que vigile la aplicación del Real Decreto 1105/2014 y ponga en marcha los mecanismos necesarios para garantizar que los alumnos y las familias que cuentan con la Religión como asignatura fundamental puedan seguir contando con ella en condiciones horarias dignas.

?Porque lo realmente importante son los beneficios académicos y humanos que aporta la asignatura de Religión al alumno: le permite conocer las raíces de nuestra Nación y comprender los elementos que sostienen nuestra cultura; le permite interpretar y disfrutar mejor las obras de arte; le permite descubrir que las Constituciones democráticas, muchos Tratados Internacionales y la Declaración de los Derechos Humanos tienen un trasfondo ético/religioso; y, en definitiva, permite que cada persona tenga la oportunidad de desarrollarse en libertad y plenitud, gracias a la adquisición de principios y valores que dan sentido global a su existencia?, recoge la misiva.

 

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