El presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Salamanca (Confaes) y de la Cámara de Comercio, Juan Antonio Martín Mesonero, acumula otra baja. La polémica por el cobro de dietas del consejo de administración de la escuela de pilotos Adventia, dependiente de una Fundación en la que a su vez están integradas Confaes y Cámara, sigue generando rechazo entre los empresarios salmantinos.

La última voz discordante es la de Juan Ramón Sánchez, presidente de la Asociación de Distribuidores de Alimentación y Hostelería de Salamanca, quien no acudirá a las reuniones del comité ejecutivo de Confaes hasta que se aclare la polémica sobre el cobro de dietas.

Cabe recordar que a comienzos de julio el presidente de la Asociación Salmantina de Empresarios del Comercio (Aesco), Benjamín Crespo, dijo basta ya y presentó formalmente una petición de dimisión de Juan Antonio Mesonero al frente de la patronal y la Cámara. El motivo, haber constatado a través del Registro Mercantil que la escuela de pilotos Adventia pagó el año pasado 105.000 euros en dietas a su consejo de administración, en el que también Mesonero está al frente.

Un dinero reconocido por el propio Mesonero pero que está devengado legalmente, porque existe esa posibilidad, pero que a juicio de Crespo es inmoral no sólo porque mientras hay empresarios que están pasando muchos problemas por la crisis, la cúpula de la patronal se enriquece, sino también porque esos cobros fueron negados por el propio Mesonero cuando se le preguntó por ello, según denuncia el presidente de los comerciantes. De hecho, Crespo es también tesorero de Confaes y hasta ahora nunca se había informado de esas dietas, tampoco a los órganos de gobierno de la Cámara.

Mesonero se justifica

El presidente de la patronal contraatacó la semana pasada informando a ambos comités ejecutivos sobre la gestión desarrollada en Adventia. Asegura que han respaldado el cobro de dietas por valor de 105.000 euros el año pasado por parte del consejo de administración, presidido también por Mesonero, a excepción del presidente de los comerciantes, Benjamín Crespo, que se ha opuesto y sigue solicitando su dimisión. Mesonero incluso propuso un expediente disciplinario a Crespo y la posible expulsión de la asociación de comerciantes de la patronal Confaes.

Pero conviene aclarar que en estos órganos de gobierno de la patronal y la Cámara quedan sólo los afines a Mesonero, pues el resto ha dimitido o declina acudir a estas reuniones. Por ejemplo, en la Cámara de Comercio son ya doce los vocales que han dimitido de un total de 33. Un órgano que está cerca de quedarse sin el quorum de la mitad más uno de sus miembros que se precisan para adoptar cualquier decisión. 

Algo que sí ocurre en el comité ejecutivo. Su presidente es Juan Antonio Martín Mesonero y se mantienen el vicepresidente, Juan Luis Martín Aguado; y el tesorero, Pedro Belloso. Mientras que han dimitido el vicepresidente segundo, Juan Luis Feltrero; y los vocales Benjamín Crespo, David Prieto, Manuel Prieto y María del Mar Aguar. Es decir, que ha dimitido más de la mitad de los miembros, por lo que este órgano de gobierno está en situación irregular.

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