El Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedad de Alzheimer y otras demencias –CRE de Alzheimer- cuenta entre sus objetivos prioritarios el trabajo con personas que se encuentren en la fase leve de la enfermedad. Dado que actualmente es una demencia que no tiene cura, los profesionales del centro desarrollan programas que ralenticen el avance de la misma.

La directora del CRE, Maribel Ingelmo, así como el neuropsicólogo del centro, Enrique Pérez, afirman que  “ahora estamos cambiando los criterios ya que en los primeros años se determinaron unos perfiles para traer a pacientes. Eran personas con demencias más avanzadas, sin embargo ahora el objetivo es incorporar a personas que estén en las primeras fases de la enfermedad para la investigación dirigida a retrasar la enfermedad”.

 

En este sentido, aseguran que el CRE no es un centro asistencial, no es una residencia ya que allí los pacientes permanecen una media de entre 6 y 8 meses. “Cualquier persona con diagnóstico de demencia (requisito imprescindible) puede hacer una solicitud y después se hace una valoración para ver si se ajusta a unos perfiles determinados”, afirma Ingelmo.

 

El objetivo pasa por determinar programas de intervención concretos para que los pacientes participen en proyectos de investigación y por ello se han incorporado programas en las fases más leves. “Además de cómo internos, los pacientes pueden participar  en el Centro de Día, en el que pueden permanecer hasta media tarde”. Así, Enrique Pérez explica que “en las fases más avanzadas se trata de dar los mejores cuidados posibles, pero para ser más efectivos hay que trabajar en las fases iniciales”.

 

El problema, según los profesionales del CRE, radica en que se acude muy tarde al médico, “porque lo interesante es trabajar en las fases más tempranas”. En este sentid apuntan a que la familia tiene mucho que ver a la hora de acudir al médico para diagnosticar la demencia. “También el propio sistema de salud no está muy preparado porque los diagnósticos muchas veces se demoran en el tiempo, aunque también se está avanzando en este sentido”, afirma el neuropsicólogo del centro.

 

Talleres de estimulación


“Es importante que acudan personas en los niveles más leves para poder desarrollar programas que ralenticen el avance del alzheimer, ya que no hay nada que lo cure”, afirman los especialistas y para poder hacerlo los pacientes pueden pasar en el centro solo unas horas para realizar talleres y actividades de estimulación y luego continuar con su vida diaria.  “Tienen que mantener su independencia, y por ello estos programas también están encaminados a promoverla la independencia”, asegura Enrique Pérez.

Síntomas de la enfermedad


El alzheimer es una demencia, una enfermedad neurodegenerativa basada en un deterioro cognitivo y de la capacidad funcional. Es progresiva y está asociada con factores de riesgo como los problemas cardiovasculares, colesterol alto, obesidad, diabetes y la falta de ejercicio físico entre otras cuestiones.

 

Los expertos aseguran que casi el 100% de los enfermos de alzheimer tienen alteraciones de la conducta, reflejado tanto en apatía como en agresividad, delirios o deambulación. Desde el CRE afirman que la agresividad suele darse en situaciones del manejo diario, por ejemplo en la ducha etc… “Eso se puede solucionar formando a familiares y cuidadores en un correcto manejo”, destaca Enrique Pérez.

 

En España se calcula que hay medio millón de personas que padecen algún tipo de demencia y el principal factor de riesgo es la edad, ya que a partir de los 65 años, cada 5 años se dobla el riesgo. Los expertos afirman que tiene además un componente hereditario, por lo que puede considerarse una interacción entre genes y estilos de vida. 

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