Laborda Melero quiso dirigirse a los futuros cocineros en una emotiva charla en la que hizo especial hincapié en términos como trabajo, esfuerzo y “algo de romanticismo”, a fin de siempre encontrar la tan ansiada meta laboral.
Tras la entrega de orlas y diplomas, los alumnos pudieron demostrar sus conocimientos en el restaurante de la Escuela de Hostelería de Salamanca, donde durante tanto tiempo han podido aprender las más refinadas técnicas culinarias, arrancando aplausos a la llegada de sus platos.
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