Uno de cada tres casos de fracaso escolar se relaciona con problemas de mala visión; de hecho, la mitad de los niños que necesitan gafas no las usa porque sus padres desconocen sus problemas visuales. Por ello, la asociación Visión y Vida lanza una campaña para concienciar a los padres de la importancia de que lleven a sus hijos a una revisión visual con su óptico-optometrista antes de la vuelta al colegio. 

Aunque no se haya percibido ninguna anomalía, los más pequeños no saben comunicar qué les ocurre o qué síntomas padecen, por lo que es más difícil detectarlo, y este tipo de problemas a largo plazo puede ocasionar patologías más graves. Algunos síntomas que pueden alertar de la posible existencia de un problema visual en los menores son la falta de coordinación ojo-mano, la fatiga visual y visión borrosa de cerca -eventual o continua- o fuertes dolores de cabeza sobre y a los lados de los ojos. 

Además, existen otros síntomas que se suelen asociar con problemas de visión y que pueden ser fácilmente detectados en el propio colegio tanto por los padres como por los profesores, como son los  problemas de aprendizaje reflejados en la falta de comprensión de las tareas o en la lectura de libros, un  bajo rendimiento escolar, una lectura lenta o guiada con el dedo, acercándose mucho al papel; salirse de los espacios al colorear un dibujo, déficit de atención o concentración e hiperactividad en lugares cerrados, recuerda Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida.

Alsina recuerda que ?hay que tener en cuenta que la forma en que los niños de esta nueva generación se entretienen en su día a día ha cambiado; ahora los más pequeños pasan la mayoría del tiempo frente al televisor, jugando a videojuegos, en ordenadores portátiles o pantallas móviles. Estos hábitos provocan estrés y cansancio en los ojos, que a la larga puede acarrear diferentes problemas de visión. Según un estudio de la Academia Americana de Pediatría, las horas extra de televisión provocan en el niño una disminución de su capacidad de atención y del desarrollo propio del lenguaje. Por lo que hay que fomentar la actividad infantil en el exterior y con otros niños, además de prevenir los problemas con cuidados básicos?.

?Por ejemplo, una técnica sencilla y eficaz para evitar el cansancio visual sería la regla del veinte: cada veinte minutos descansa veinte segundos, hay que parpadear veinte veces mirando a una distancia de unos veinte pies (alrededor de cinco metros)?. Otra de las  recomendaciones dadas por los optometristas para evitar la fatiga ocular es mantener una buena colocación frente a la pantalla del ordenador, con espalda recta y unos 50 cm de separación entre pantalla y ojos, mirada ligeramente por encima de la pantalla y evitar los reflejos luminosos, aconsejable una luz ambiental. ?También hay que enseñar a los niños a sentarse bien en el colegio y en casa. Es fundamental para evitar problemas durante su crecimiento?, recuerda Alsina.

 

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