Su familia, con su hija María Ángeles al frente, trabajadores, residentes y el equipo directivo del centro le rindieron un emotivo homenaje en el que no faltaron los regalos como un ramo de flores, un broche, un pañuelo y una gran tarta. María Ángeles Pascua agradeció a todos la celebración y afirmó que "es una maravilla lo cuidados que están aquí, siempre fui reacia a dar este paso pero ahora estoy encantada porque el cariño con el que los tratan no se paga con dinero", y es que tras caer enfermo su marido, María Ángeles no podía hacerse cargo de los dos. Tras tomar la dificil decisión, Camila Casado comenzó a vivir en la residencia hace tres meses y medio.
La poesía ha sido una de las grandes pasiones de Camila y así lo demostró al recitar unos versos escritos por ella misma para sus nietos. Además, también le gusta cantar "lo que sea" y conserva esa sonrisa y esa alegría que siempre han caracterizado, como afirmó su hija, a la centenaria.
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