El cáncer de colon se divide en varios subtipos para conseguir terapias más específicas

 El cáncer de colon se divide en varios subtipos para conseguir terapias más específicas
El cáncer de colon se divide en varios subtipos para conseguir terapias más específicas
Josep María Tabernero Caturla, jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Vall d'Hebron, es uno de los investigadores españoles e internacionales más destacados en cáncer de colon. En la sesión presidencial del XIV Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), celebrada hoy en Salamanca, ha presentado nuevos resultados de la investigación genética sobre esta enfermedad, que está permitiendo definir subtipos específicos de la patología que pueden ser tratados de forma más específica y, por lo tanto, más efectiva.
 
“Estamos atendiendo mejor la enfermedad gracias a un importante número de estudios tanto de expresión genética como de perfil de mutaciones que nos permite delimitar el cáncer colorrectal como mínimo entre tres y seis subtipos diferentes”, ha destacado el científico en declaraciones a DiCYT (www.dicyt.com).
 
Hasta hace poco tiempo, los investigadores sólo hablaban de un tipo de cáncer de colon, caracterizado por las mutaciones del gen KRAS. Sin embargo, el avance de los estudios genéticos comienza a dar resultados en estos tumores. “Nos está ayudando a entender la enfermedad, a saber por qué es diferente cada tipo de tumor y a buscar los tratamientos que son más adecuados en cada caso en modelos de laboratorio”, indica Josep María Tabernero.
 
Al igual que sucede en otros tumores, cada subtipo de cáncer de colon tiene distinto pronóstico, de manera que, si los científicos identifican unas determinadas alteraciones genéticas, pueden anticipar mejor la evolución del paciente, además de saber qué combinación de tratamientos va a tener una mayor efectividad.
 
Este tipo de investigación está más avanzada en otros cánceres, pero el colorrectal podría seguir el mismo modelo de investigación que está dando buenos resultados, por ejemplo, en cáncer de mama. “Estamos siguiendo los pasos del desarrollo de la investigación en cáncer de mama con unos 10 años de diferencia”, afirma el experto en referencia a las plataformas de investigación genómica que permiten conocer mejor las bases moleculares de la patología. En definitiva, “estamos avanzando claramente en poder concretar y definir mejor la enfermedad”.
 
Los científicos ya han identificado una serie de genes como “predictores negativos de respuesta”. Además de las mutaciones de KRAS, las de otros genes como NRAS, B-RAF o PIK3Ca indican a los investigadores un mal pronóstico, aunque muchos de estos estudios aún no se han llevado a la práctica clínica. Para avanzar es necesario que las plataformas genómicas sigan haciendo su trabajo. Asimismo, es importante “la detección de ADN circulante para ver la evolución de la enfermedad a lo largo del tiempo”, comenta el experto.
 
Más del 50% se podrían evitar
 
Tabernero ha destacado que, al igual que ocurre en la lucha contra otros tumores, el diagnóstico precoz y la prevención también juegan un papel muy importante. “Sabemos que en la mayoría de las ocasiones es un tumor que viene precedido por un pólipo benigno que posteriormente se convierte en maligno. Por eso, si implementamos campañas que nos puedan detectar sangre oculta en heces o si hacemos colonoscopias selectivas, podremos detectar estos pacientes que tienen alteraciones y que se pueden extirpar por endoscopia”, comenta. Con una buena implementación de los programas de prevención, más del 50% de los tumores de colon se podrían evitar.
 
De hecho, “gracias a la SEOM y a otras sociedades científicas, hemos conseguido que la cartera de servicios del Ministerio incluya el plan de cribado del cáncer colorrectal desde este año”, destaca.
 
Cáncer gástrico
 
Por otra parte, una de las investigaciones más recientes de su equipo de investigación tiene que ver con otro cáncer muy agresivo, el cáncer de estómago o cáncer gástrico, uno de los que suele tener peor pronóstico. En este caso, la investigación ha consistido en probar un fármaco, llamado Ramucirumab, dirigido contra la angiogénesis, la formación de nuevos vasos sanguíneos del tumor, y los resultados han demostrado que “solo o en combinación con quimioterapia va a aumentar la supervivencia de los pacientes”.
 
Este último ejemplo demuestra que la prevención, la investigación genética y los estudios sobre nuevos fármacos son los tres grandes pilares sobre los que se asienta la lucha contra el cáncer en la actualidad, según Tabernero.
 
Colaboración con Salamanca
 
El jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Vall d'Hebron ha sido uno de los principales protagonistas de la segunda jornada del congreso de la SEOM, que se celebra en Salamanca, una ciudad con la que Tabernero tiene también una relación profesional, especialmente con el director del Centro de Investigación del Cáncer. “Con Eugenio Santos tenemos una colaboración muy importante”, apunta, precisamente, en la investigación traslacional del cáncer colorrectal.
 
Esta colaboración se establece mediante la Red Temática de Investigación Cooperativa en Cáncer (RTICC), una plataforma de centros de investigación que está financiada por el Instituto de Salud Carlos III que tiene entre sus objetivos acercar la investigación básica a la práctica clínica y que se centra en los tumores más frecuentes, como los de colon, mama, próstata, pulmón o tumores cerebrales.

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