Con la llegada del buen tiempo, los salmantinos practican más deporte al aire libre y disfrutan de la ciudad en sus ratos de ocio. Dos pasiones destacan durante el último año: correr y montar en bicicleta. Tras analizar parques, piscinas y zonas de baño en el río, ahora es el turno para el carril bici, que SALAMANCA24HORAS ha recorrido en sus casi treinta kilómetros para mostrarles su estado actual, bueno en general, aunque con algunos peros.

Tomando como punto de partida el final del término municipal de Salamanca y el polígono industrial Los Villares, el carril bici transita por el norte de la ciudad a través de grandes avenidas. Buen lugar para la práctica del ciclismo, aunque existen algunos cruces peligrosos, como en la rotonda del Parque de Bomberos y posteriormente en la zona del cementerio.

A través del campus universitario y su puente se llega hasta la ribera del río Tormes en el barrio Chamberí. Amplias rectas para disfrutar del ciclismo, pero sobre todo de las vistas del casco histórico de una Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Eso sí, en algunas zonas la pintura verde se ha deteriorado, existiendo baches que dificultan el tránsito rodado. Y si se quiere ir hacia el carril bici de Aldeatejada hay que atravesar durante algunos metros un camino sin señalizar.

Al llegar al Puente Romano, el carril bici cruza el río Tormes para dirigirse bajo los puentes hacia el Parque Fluvial y La Aldehuela. Recorrido entre la naturaleza, sobre todo ahora en verano, con buen estado del piso. Se trata de una zona recientemente restaurada para habilitar junto a la estación potabilizadora un lugar de esparcimiento y ocio.

El trayecto benévolo para las piernas concluye cuando hay que atravesar la avenida de La Aldehuela, no sin cierta precaución, para subir por el Parque de los Jesuítas hacia la trasera de La Alamedilla y el Túnel de la Televisión. De nuevo hay tramos del carril bici con el piso deteriorado y algunos cruces de calles un tanto sinuosos.

Y así se llega hasta el paseo de la Estación, donde el carril bici circular que bordea la ciudad está inconcluso. Desde la rotonda del coronel Heredero hasta la estación de ferrocarril no está aún construido, por lo que los ciclistas deben circular por el asfalto, con el consiguiente riesgo de atropello y la molestia para coches y furgonetas, o ir a pie por la acera (hacerlo montado en la bicicleta supone incumplir la normativa vigente).

En la estación de ferrocarril regresa el carril bici para atravesar la avenida de París y llegar a la avenida de los Cipreses, Parque Würzburg y de nuevo dos posibilidades de subir hacia el polígono industrial Los Villares. Trayectos donde el carril bici se encuentra en mejor condiciones, aunque en el paseo de Torrente Ballester los pivotes que lo separan del asfalto han sido destrozados y permanecen sin reponerse desde hace meses. Concluye así la casi vuelta ciclista a la ciudad en carril bici.

 

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