Fue en 1999 cuando Cáritas inauguró el Centro Padre Damián en Salamanca para personas sin hogar. Un centro que pretende dar una acogida digna a las personas que se encuentran sin un lugar para vivir y ofertar, más allá de la necesaria asistencia, medios que faciliten y potenciar su inserción social. El Padre Damián tiene una capacidad para veinte plazas. Su objetivo principal es que las personas, una gran parte con problemas de adicción a las drogas, se motiven e inicien un proceso de recuperación personal imprescindible para su inserción en la sociedad.

La defensora del pueblo, Soledad Becerril, ha visitado el Centro Padre Damián de Salamanca este martes. Su interés por la visita al centro tiene origen en el primer premio Defensor del Pueblo que se concedió a Cáritas, entidad que lo gestiona, aprovechando una visita a la ciudad para participar en otros actos institucionales. Allí ha recorrido las instalaciones y se ha interesado por el trabajo desempeñado con los internos. Ha asegurado el no conocer dicho centro hasta ahora ?pero he tenido la oportunidad de conocer la labor de Cáritas muy de cerca?.

Becerril ha destacado el que Cáritas sea una organización que cuenta con una cobertura muy grande para los más necesitados en toda la geografía española. También, mejor que nadie, su realidad. El trabajo desinteresado y silencioso ha sido otro de los valores importantes que ha destacado de la entidad. ?La realidad que me traslada Cáritas es consecuencia de una profunda crisis en el empleo?, ha manifestado, añadiendo ?que existen los comienzos de una mejoría y ojalá que de aquí en un año podamos hablar de haber alcanzado la recuperación que permita afrontar la vida a todas las familias españolas?.

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