Como en la mayoría de estos oficios, la tradición viene de familia. Así lo confirma José Luis Bueno, el protagonista de una nueva entrega de ?Historias de la Calle? y propietario de un negocio con más de medio siglo de historia en la capital charra. Churrería ?La Giralda?, apostada en la carretera de Ledesma junto a la Parroquia de Jesús Obrero en el humilde barrio de Pizarrales, se convierte en lugar de peregrinaje para muchos salmantinos que no pueden resistirse al sabor de calientes churros y porras. Incluso venidos de pueblos como Ledesma y de otros barrios de la ciudad.
?Empezó mi padre con el negocio desde hace cincuenta años y aquí seguimos en el barrio de Pizarrales?, asegura Bueno, recordando su paso por la Churrería desde que era tan solo un niño. Aunque poco, señala, la manera de sacar el trabajo ha cambiado. Sin embargo, asiente, ?el secreto para hacer un buen churro permanece intacto: hacerlo con cariño?.
Trabajar en la callen no es algo que preocupe en demasía a José Luis. De hecho le gusta, pese a las inclemencias del tiempo en los fríos meses de invierno, ?pero es donde se hace negocio?. También durante los meses de verano, aunque es cuando suele abandonar su puesto en el barrio de Pizarrales para así girar por las fiestas de una gran parte de los pueblos de la provincia cual orquesta de moda. ?Puede hacerse duro, pero me gusta estar en la calle más que en un sitio cerrado y sobre todo estar con la gente. Lo más agradecido es cuando viene la gente y te dice que le encanta los churros?.
Actualmente, indica, el negocio da para vivir. Al menos, como dice, ?para salvar los gastos y tener un poquito más? y vivir con humildad. Trabajo que sale del cuerpo, horas y horas y día tras día, aunque la venta se concentra tan solo en una determinada franja horaria. Por ejemplo, ahora, la apertura de su negocio se produce a las cinco de la tarde fijando el cierre para más o menos las diez de la noche salvo los domingos que abre desde las ocho de la mañana hasta el mediodía. Por último, aunque no sabe qué pasará en un futuro, desearía que la tradición continuase y que no se perdiera este negocio tan ligado a una tradición.
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