El Comedor de los Pobres mantiene su solidaridad en verano y solo se ve mermada en agosto por el cierre del local. De hecho, pueden llegar incluso a aumentar la cantidad de comida que donan a las familias más necesitadas de Salamanca debido a las vacaciones escolares que hace que los niños y niñas ya no tengan comedor. De hecho, en este julio, el reparto que se está acometiendo es de 5.565 kilogramos, cifra que se mantiene en los mismos niveles que en otros meses. 

Este dato se refiere solo al reparto de alimentos fríos que, en julio, se realizaron de manera especial el primer día del mes. Son, en su mayoría, no perecederos, destacando la leche, de la que se entregaron 1.650 kilogramos seguido, muy de lejos, por el atún, con 760 kilogramos y la pasta, tomate frito, arroz, crema de verdura y garbanzos, en torno a 400. De otros productos como la carne solo se pudieron entregar 65 kilogramos debido a la dificultad de mantenerla fresca. 

A esto, sin embargo, hay que sumar la comida elaborada que se realiza diariamente de lunes a viernes. Acuden al paseo de la Estación cien personas al día en tres turnos diferenciados para que no se acumulen y se pueda normalizar la situación dentro de lo posible. El reparto de comida, que se realiza una vez al mes por familia y también pensado para que no se acumulen en las puertas y que nadie pueda asociarle a pedir comida, llega hasta más de 500 personas al mes también. 

Nunca es fácil pedir pero a veces no queda más remedio. Y en verano, cuentan en el Comedor de los Pobres, sí crece la demanda para las diarias que consiste en tuppers que se llevan a casa por las que pueden comer y cenar. Por ello, de las cien plazas con las que cuentan ahora quieren aumentarlo a 200, para lo que realizarán una obra en agosto que necesita de la solidaridad salmantina. Así lo piden desde el Comedor, que está realizando una cuestación. 

Por lo demás, no tienen más que palabras de agradecimiento hacia la sociedad salmantina, que sí entrega alimentos. Incluso tienen una bolsa de trabajo, que actualmente es pequeña debido a la situación laboral general, para los usuarios del Comedor de los Pobres. Hubo una época en la que la bolsa de trabajo era mayor que los usuarios. Por otro lado, también ofrecen una psicóloga con la que quedar una vez al mes y poder salir adelante. 

La mayoría son españoles

El perfil de los que acuden son muy diversos pero tienen un denominador común, la mayoría es española. El porcentaje, de hecho el 82% es nacido en España y solo el 18%, extranjero. Todos ellos deben acudir cada mes a revisar su situación para poder seguir recibiendo los alimentos diariamente o al mes. 

Durante el tiempo que formen parte del Comedor de los Pobres, además, se les ayuda en todo lo que se pueda, también con medicamentos o ayuda para buscar trabajo. La intención es darles un mínimo de los derechos básicos y se les pide, también, que colaboren con la asociación haciendo de voluntarios.

Precisamente esto último es lo que obliga a cerrar durante el mes de agosto, aunque en 2016 han conseguido abrir hasta el 12. Al final los voluntarios también tienen vacaciones y en esta época es más difícil encontrar gente que ayude. ?Somos una entidad que trabajamos con lo que nos llega. Tenemos una ayuda del Ayuntamiento que supone el 9% de nuestro presupuesto anual?. Por ello, piden la colaboración también en verano, donde ?la necesidad continúa?. 

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