Terminado agosto, también concluye el denominado periodo de rebajas de verano. El balance que hace la Asociación de Empresarios Salmantinos del Comercio (Aesco) es satisfactorio, aunque con moderación y cautela, según explica su secretario general, Emilio Checa.
Satisfactorio porque se ha registrado el primer aumento significativo de la facturación desde el estallido de la crisis económica en 2008. En concreto, las ventas han sido un cinco por ciento superiores al año pasado. No obstante, el volumen total es todavía un 40% inferior a entonces, de ahí la cautela por un aumento, pero que todavía deja al comercio lejos de los niveles en que estaba en 2008.
El textil y el calzado han vuelto a estar a la cabeza del desembolso por parte de los consumidores. Pero cabe destacar el incremento en las ventas de comercios de muebles y electrodomésticos. Dos bienes de consumo que han sido estos años de los más afectados por la escasez de dinero en las economías familiares.
También se ha visto esta evolución positiva en el consumo en la propia evolución de las rebajas de verano. En años anteriores las ventas se producían en las dos primeras semanas de julio, incluso en los primeros días y antes ya que muchas tiendas adelantaban los agresivos descuentos, hasta el 70%, a finales de junio. Este verano las ventas también se han producido a finales de julio y agosto por encima del año pasado.
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