Un criminólogo tiene muchas funciones y una de ellas es prevenir y mitigar la delincuencia, además de evitar conflictos que puedan surgir en una ciudad. Por ello, cada ayuntamiento debería tener uno dentro de su plantilla.  El criminólogo puede saber qué tipo de delincuencia es el que existe en la ciudad, qué conflictos pueden surgir y averiguar la percepción de los habitantes de la ciudad sobre la delincuencia y el nivel de seguridad que ellos consideran que hay.

Dentro de los consistorios, el criminólogo trabajaría en colaboración con la Policía Local. El criminólogo puede saber todos estos datos a través de la ‘Encuesta de Victimización’. Este estudio siempre debe realizarlo un criminólogo porque es el especialista en saber como preguntar a la ciudadanía y como analizar las respuestas y los datos obtenidos en relación con el ámbito de la delincuencia.

   

Algunas de las cosas que pregunta el criminólogo para  en esa encuesta es si conoce o si ha sufrido algún tipo de delincuencia, qué tipo de delincuencia ha sido, así como algunos datos básicos de la persona encuestada. Pero en lo que más se centra esta encuesta es en los detalles de ese acto delictivo, por lo que pregunta donde se produjo es acto delictivo, a qué hora del día, si estaba solo o acompañado o en que zona se produjo.

Además, esta ‘Encuesta de victimización’ sirve para conocer el verdadero alcance de la delincuencia en un determinado lugar. El criminólogo también utiliza la ‘Cifra Negra’ para trabajar, este dato aporta las conductas delictivas que se han cometido pero que no han sido denunciadas, y por tanto, no conocidas.

Tras obtener las respuestas de la ‘Encuesta de victimización’, el criminólogo reúne los datos obtenidos, los analiza, y a partir de ellos realiza un mapa preciso sobre la delincuencia en la ciudad. Este estudio sirve para realizar campañas de prevención del delito específicas. Este estudio ayuda a la prevención de la delincuencia, porque sirve para conocer de primera mano dónde, cuándo y cómo se producen esas conductas delictivas.

Sin embargo, en España este tipo de encuestas apenas se han realizado con carácter oficial. En cambio, en Estados Unidos sí se utilizan de forma frecuente, y con resultados muy satisfactorios. Pero el criminólogo no solo puede prevenir la delincuencia, sino también los diferentes conflictos sociales que pueden surgir en una ciudad, como por ejemplo el consumo de alcohol entre los jóvenes, el tabaco o el consumo de drogas.

Al igual que ocurre con la delincuencia, el primer paso para su prevención es realizar un estudio entre los ciudadanos, y según los resultados obtenidos y en colaboración con educadores y trabajadores sociales o psicólogos se pueden establecer campañas de prevención de una conducta o de un conflicto social concreto, porque el criminólogo es el que sabe donde hay actuar.

Dentro del campo de los servicios sociales, el criminólogo también puede ejercitar una gran labor en las oficinas de denuncias o en las oficinas de atención a las víctimas. Esa labor consiste en ayudar a la recuperación de la víctima, porque el criminólogo es el que conoce a la víctima y sabe como le ha afectado.

La figura del Criminólogo en estas oficinas es importante ya que por lo general, la víctima desconoce sus derechos y no suele estar informada adecuadamente, además, desconoce los diferentes tipos de ayudas existentes lo que todo ello hace que se sienta desprotegida.

    Por ello, el criminólogo ha de ser esa primera persona que la víctima conozca cuando acude a una oficina de denuncias o de atención a las víctimas, ya que el criminólogo, gracias a su formación, sabe todos los medios de ayudas existentes así como los profesionales que puedan colaborar en la ayuda a la víctima, pudiendo orientarla. 

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