La jornada laboral en Francia es de 35 horas semanales, por lo que al superarlas se cobran horas extraordinarias. Más de 35 horas y hasta 43 horas a la semana, una mejora del 25%. Más de 43 horas a la semana, una mejora del 50%.

Otra de las ventajas del trabajo en tierras francesas son las prestaciones familiares que se generan por cotizar en Francia. Así, si se realiza una actividad igual o superior a 18 días de trabajo o 120 horas al mes o 200 horas al trimestre, se pueden solicitar en Francia subsidios familiares, siempre que se tengan dos o más hijos menores de 20 años a su cargo, que no ejerzan una actividad laboral, o que reciban una remuneración mensual inferior al 55% del salario mínimo interprofesional.

Con dos  hijos a cargo, 129,35 euros/mes; por tres hijos, 295,05 euros/mes; por cuatro hijos, 460,77 euros/mes; y por cada hijo adicional, 166,55 euros/mes. También hay un incremento a partir de 14 años de 64,67 euros/mes y una asignación fija de 81,78 euros/mes.

Las prestaciones familiares desde el 1 de julio de 2015 han sido moduladas, por lo que en función de los ingresos de la unidad familiar estas cantidades pueden variar, pero estos límites no afectaran a la mayoría de vendimiadores y vendimiadoras. En el caso del contrato de vendimia, hay que destacar que la legislación francesa prevé la exoneración de las cuotas de enfermedad y jubilación del asalariado. Esto supone un incremento salarial del 12,25%, sin que se pierdan los derechos de jubilación y seguridad social. Sí es cierto que en algunas zonas no se aplica.

 

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