Ambos actos tienen por objetivo que las administraciones y poderes públicos pongan en marcha las investigaciones pertinentes para poner fin a esta práctica que afecta principalmente a las personas que están sufriendo más directamente las consecuencias de la crisis, las personas desempleadas que están buscando empleo.
Recuerda Cáritas que se trata de ofertas de empleo, registradas en la prensa escrita, que aparentemente ofrecen un puesto de trabajo con un número telefónico para contactar. Al hacerlo, éste remite a otro número, un 807 de tarificación especial (más de un euro por minuto de conversación), gestionado por un Centro de Información Laboral que no concreta datos sobre el puesto, las condiciones, la empresa ofertante, el proceso de selección, etcétera. De esta manera, se juega con
las expectativas de las personas desempleadas. Los anuncios ofrecen oportunidades de empleo falsas, consiguiendo importantes beneficios económicos por el cobro de la llamada.
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