Los concesionarios pierden margen de negocio no sólo por la menor venta de vehículos, sino también por el acuciante descenso de las reparaciones en sus talleres. Según datos de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparaciones y Recambios (Ganvam), son un 25% menos que hace cuatro años, lo que implica una menor facturación para las empresas. Otro de los factores que influye en la caída de las operaciones de taller es la rebaja de las coberturas de las pólizas de auto. La contratación de menores coberturas ha afectado principalmente a la actividad de carrocería, cuyas reparaciones no son tan imprescindibles como las de mecánica.
 
Desde la patronal salmantina se ha constatado un aumento en el número de visitas a los concesionarios con el plan de ayudas del Gobierno pero esto no se ha visto refrendado en un aumento de las ventas en la misma proporción debido a que, pese al interés de particulares y empresas por la adquisición de vehículos, especialmente turismos, integrados en las ayudas del plan, no es posible obtener la financiación necesaria para ello por las dificultades de acceso al crédito, circunstancia que desde Aesat se ha constatado y denunciado en múltiples ocasiones.
 
La tendencia de descenso de las ventas llevó a cerrar el año pasado en Salamanca con una caída aproximada de en torno al 20 por ciento respecto al nivel de ventas de 2011, que fue ya un año muy malo de por sí. Además, durante la crisis económica han proliferado los talleres clandestinos, mientras que la crisis económica provoca menos reparaciones pero también empuja a los conductores a abandonar sus vehículos en el taller, por no poder hacer frente a la factura o porque no les sale a cuenta reparar su viejo utilitario.

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