La Unión Europea asegura que España está a punto de salir de la recesión y dejar atrás la crisis. Pero hubo un tiempo en que las administraciones públicas eran como los nuevos ricos. No importaba el precio, había que hacer realidad cualquier proyecto costase lo que costase. Para nada en la vida es eterno y las vacas gordas acabaron exprimidas. Con el estallido de la crisis económica en su versión más dura desde la segunda Guerra Mundial el dinero escasea. Numerosos proyectos iniciados antes de 2008 se han quedado en papel con el paso de los años debido a las restricciones presupuestarias. Obras faraónicas que han quedado olvidadas en el fondo del sarcófago a la espera de que tiempos mejores puedan rescatarlas.

En una provincia como Salamanca, donde predomina el sector servicios y el paro alcanza cifras de récord, el anuncio de construcción de tres nuevos centros comerciales se antojaba como el maná para el empleo. Inversión privada para cientos de puestos de trabajo directos y otros tantos indirectos gracias a la puesta en marcha de Chelverton en Salamanca, Family Village en Carbajosa de la Sagrada y Retail Park en Villares de la Reina. Decenas de millones de euros de inversión llegada de fuera de Salamanca para urbanizar más de 110.000 metros cuadrados en total. Pero la crisis también se los llevó por delante.

Villares de la Reina: Retail Park

En Villares de la Reina, junto al polígono industrial cerca de la rotonda de intersección con la carretera de Fuentesaúco, estaba previsto iniciarse las obras para 2012. Retail Park, perteneciente al grupo portugués Capitalinvest, estaría formado en primer lugar por un parque comercial de 43.000 metros cuadrados distribuidos en catorce tiendas,  restaurante y aparcamiento para vehículos con alrededor de 2.000 plazas. En cuanto a las características de las firmas estaba  

previsto que se ubicaran, entre otras, tiendas de bricolaje, informática, deportes, electrodomésticos, marcas punteras de ropa y muebles. Un centro comercial de  

características similares a las de Capuchinos, en Santa Marta de Tormes, pero con una superficie cuatro veces mayor. 

A ello se añadiría una zona con dos edificios más dedicados a logística y transporte de mercancías, así como bloques multifuncionales de tres plantas de altura para oficinas, despachos y empresas de investigación más desarrollo. Espacios expositivos de las empresas que se instalen y zonas verdes completan el proyecto. En conjunto, la estimación es que esta iniciativa permitiera crear 2.000 puestos de trabajo directos y 1.000 empleos indirectos cuando se encontrara plenamente desarrollada con una inversión de más de 150 millones de euros.

 
Carbajosa de la Sagrada: Family Village

Por su parte, Family Village se ubicaría sobre una extensión de 115.000 metros cuadrados, de los que 60.000 serían para viviendas, con la construcción de doscientas, 40.000 metros cuadrados corresponderían a zona comercial, de pequeña y mediana superficie, y 15.000 corresponderían a zonas verdes y de ocio. Un proyecto que iba a suponer una inversión de 31 millones de euros, con 300 puestos de trabajos directos y 300 indirectos.

Salamanca: Chelverton

Finalmente, Chelverton se situaba en la salida oeste de Salamanca, junto a la autovía a Portugal. Su posición respecto a la ciudad y sus alrededores era estratégica ya que estaba en el acceso oeste a la ciudad, desde la carretera N-620, que cruza Salamanca en sentido oeste-este. La propuesta contaba con una superficie aproximada de 35.000 metros cuadrados. En una sola planta se organizaba un centro comercial con medianas superficies especializadas; el conjunto ofrecería una interesante oferta de entretenimiento y ocio. La dotación de aparcamiento prevista era de 1.300 plazas aproximadamente en dos plantas. 

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