El sindicato CSI-F denuncia que la Junta de Castilla y León ha implantado la ampliación de la jornada a 37,5 horas semanales para los empleados públicos sin modificar los calendarios laborales. Por ello, la organización exigió negociar el proceso de adecuación de los centros y trabajadores al nuevo horario, un requisito imprescindible para poder acoplar el incremento a las necesidades de cada centro, según precisaron en un comunicado. 
 
Asimismo, el sindicato recordó que si se insiste en implantar la nueva jornada antes de disponer de los nuevos calendarios laborales, "lo único que se conseguirá es crear grandes desajustes en el funcionamiento de los centros dependientes de la Junta de Castilla y León. También, sostuvo que se producirá un perjuicio inevitable ya que los trabajadores no sabrán cómo y cuándo tienen que llevar a cabo su trabajo".
 

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