“Es un tema sangrante y es que cuando hay tanta hambre y miseria se dan estas situaciones”, afirma Ihia Mohand, un ciudadano melillense que cruza todos los días la frontera para ir hasta Nador (municipio marroquí). 
 
Sin embargo, asegura que estos meses se vive en Melilla con “intranquilidad ya que se puede dar un clima de inseguridad en un futuro”. Ihia vivió en Salamanca durante un tiempo mientras su hermano estudiaba la carrera de medicina, y recuerda a la ciudad con mucho cariño.
 
Afirma que la solución es muy complicada y que son los responsables políticos los que tienen que tomar cartas en un asunto que traspasa nuestras fronteras y que se trata de un problema internacional.
 
 

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