La Agencia española del medicamento y productos sanitarios (AEMPS) ha emitido nuevas recomendaciones sobre el uso de este medicamento cuya utilidad en el tratamiento de la artrosis está en cuestión. Tras la volver a examinar la información de seguridad y eficacia de diacereína y analizar nuevas propuestas de los laboratorios, el Comité Europeo recomienda no usar diacereína a partir de los 65 años de edad y no usar en pacientes con enfermedad hepática.
 
El tratamiento debe iniciarse con 50 mg/día durante las primeras 2-4 semanas de tratamiento, incrementándose posteriormente a 100 mg/día. Además, debe suspenderse en el momento en que el paciente presente diarrea. Otra recomendación es vigilar la aparición de signos y síntomas de alteración hepática y solo debe usarse en el tratamiento sintomático de la artrosis de rodilla y de cadera.
 
Hace unos meses la Aemps había recomendado, por precaución y ante la que parecía inminente suspensión de este fármaco en Europa, que no se iniciaran nuevos tratamientos con diacereína, medicamento indicado para el tratamiento de la artrosis, debido a su ineficacia, contraindicaciones y reacciones adversas.
 
Qué es la diacereína
 
La diacereína, autorizada por primera vez en España en el año 2002, forma parte de un grupo de medicamentos denominados fármacos sintomáticos de acción lenta para la artrosis, y  actualmente se comercializa bajo los nombres de Artrizan, Galaxdar, Glizolan y Diacereína Normon.
 
La revisión se inició por iniciativa de la Agencia de Medicamentos francesa, debido a la acumulación de casos de diarrea severa y de hepatotoxicidad. Los ensayos clínicos han mostrado que la diacereína produce un efecto laxante en el 8,5-50% de los pacientes, descrito en la mayoría de casos como leve o moderado. Pero un 23% de pacientes abandonó el tratamiento o necesitó reducir la dosis por los efectos adversos, y entre un 1% y un 10% de ellos sufrió diarrea intensa o severa.
 
Medicamentos que sólo alivian los síntomas
 
Los tratamientos actuales para combatir la artrosis sólo sirven para aliviar los síntomas de esta enfermedad degenerativa, en la que el cartílago se va destruyendo lentamente.
 
El tratamiento farmacológico pasa por medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, normalmente paracetamol o AINE (ibuprofeno, naproxeno o diclofenaco). En casos más graves se usan otros analgésicos de la familia de los opiáceos, como tramadol. Además, para reducir el dolor se puede recurrir a las inyecciones de corticoides, de efecto rápido y duradero (unas 6 semanas), o al ácido hialurónico, presente de manera natural en la articulación.

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