La alta edad de los sacerdotes españoles, pues la media está por encima de los 65 años, hace que en un futuro próximo y de seguir el actual ritmo de vocaciones, en muchas parroquias no se podrán atender todas las tareas pastorales. El relevo generacional es mucho más grave en la mitad norte que en el resto del país, donde en diócesis del País Vasco, Cataluña y Galicia cuentan con un ochenta por ciento de sacerdotes cuya media de edad supera los 72 años, pero la situación de Castilla y León no es mucho mejor.

Entre 2005 y 2010, el conjunto de las once diócesis de la región perdió 848 sacerdotes, pasando de los 3.534 a los 2.686, mientras que el mismo periodo el número de alumnos en los seminarios de la región se redujo casi a la mitad, al caer de los 89 del curso 2004-2005, a los 57 del pasado ejercicio. Además, en 2010 sólo se ordenaron en Castilla y León cuatro sacerdotes -dos en Burgos, uno en León y otro en Palencia-, cuando diez años antes fueron 24. En Salamanca hay una treintena de párrocos menos aunque son 86 más las parroquias, mientras que en Ciudad Rodrigo se mantienen los templos pero hay quince sacerdotes menos.

 
En la actualidad, existen en España 62 seminarios mayores y 41 menores. La formación intelectual del futuro sacerdote se asemeja a la de un estudiante universitario, con seis años de estudio: dos de filosofía y ciencias humanas y cuatro de teología y pastoral. Según las circunstancias de cada diócesis, dichos estudios se cursan en el seminario o en facultades de Teología. Al terminar los estudios, ejerciendo el diaconado, se tiene un año de práctica pastoral en parroquias. 

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