“Los españoles se merecen opciones serias como el PP, que no se entretengan en tonterías”

 “Los españoles se merecen opciones serias como el PP, que no se entretengan en tonterías”
“Los españoles se merecen opciones serias como el PP, que no se entretengan en tonterías”

La legislatura que termina ha sido la primera para María Jesús Moro como parlamentaria en el Congreso de los Diputados. Licenciada y doctora en Derecho, profesora titular de Derecho Civil en la Universidad de Salamanca y directora del Grupo de Investigación sobre Derecho y Nuevas Tecnologías, dio el salto a la política hace menos de una década. En las filas del Partido Popular fue procuradora en las Cortes de Castilla y León entre 2007 y 2011, además de portavoz adjunta durante el último año, y desde 2011 hasta 2015 diputada nacional, siendo portavoz en la comisión de Educación. Dentro del PP es vicesecretaría de Organización en Salamanca y secretaria de Formación en Castilla y León.

- Primera legislatura como diputada. ¿Qué tal su estreno en el Congreso?
- La experiencia ha sido muy buena. Es un privilegio haber estado allí. Ha sido una legislatura única porque ha sido muy dura, de muchísimo trabajo, muy intensa, pero también viviendo mucho hitos. Dura por la situación económica en la que entramos, que se ha estado luchando con ella permanentemente, pero con un trabajo ingente, 244 leyes aprobadas para reformar aquellos ámbitos que permitieran dar un impulso y mejorar la situación institucional del país. Hemos tenido hasta un cambio de rey, que se ha hecho de una manera ejemplar por parte de los dos grandes partidos, que tantos ataques reciben. Por tanto, balance muy positivo en lo personal pero con la dureza de ver a tanta gente que lo estaba pasando mal e intentábamos que su situación mejorase. Me he encontrado un grupo fantástico, gente con una gran preparación profesional y como había que arrimar el hombro se ha trabajado muy bien y con una compenetración impartante.

- ¿Mejor o peor que en las Cortes de Castilla y León?
- Es diferente. Me permitieron un aprendizaje, fue mi primer contacto con la política ejerciente, porque en muchos años de trabajo universitario había trabajado la política de otra manera, la de servicio público e intentar poner en marcha proyectos. En una posición de gobierno muy favorable pero que iniciaba una situación de crisis económica, fue como un ensayo. En el Congreso es todo tan rápido? Tienes también que buscar tu propio camino, tu propio sitio, el trabajo diario, que no te duermas en los laureles porque estás ahí para representar a los ciudadanos. El haber estado antes en las Cortes autonómicas ayuda. Me gusta el Congreso, sin Parlamento no hay democracia y hay que reforzar el papel de los parlamentarios, que en ocasiones sólo se ve la crítica de supuestos privilegios y actuaciones personales que se extrapolan a todo.

- Ese camino del que habla ha consistido en ser portavoz en una comisión, vocal en tres comisiones y adscrita a otras cuatro. Trabajo no le ha faltado.
- No. El Derecho y la Universidad son mis dos pasiones y he podido trabajar de forma muy intensa, pero también he seguido el trabajo del Pacto de Toledo en materia de pensiones y Seguridad Social, y políticas de discapacidad para conocer de primera mano la necesidad de tanta gente que nos da tantos ejemplos. Junto a eso me parecía que había otros focos de interés para problemas de la provincia de Salamanca, por eso estaba en las comisiones de Agricultura, Cultura, Fomento y Economía. El trabajo ha sido intenso en el terreno legislativo, con dos reformas educativas, siete ponencias de leyes y la reforma del Código Penal.

- De hecho, es una de las diputadas con más actividad parlamentaria.
- Y fuera del parlamento, hay una labor que no se ve. He tenido una media de tres, cuatro reuniones por semana, con colegios profesionales del sector sanitario, jurídico, de la ingeniería, he trabajado mucho con los ingenieros, con sus inquietudes, en particular con los ingenieros químicos e informáticos, incluso me entregaron un premio en Murcia. Eso ha sido muy enriquecedor, estar en contacto con estudiantes, plataformas de profesores, asociaciones, muchas horas de trabajo que no se ve, fuera del escaño, y por tanto si aparece una cámara y no te ve? en plenos que son de tres días y no se interrumpen, doce horas cada día. Me satisface por ejemplo que contactara una plataforma de militares retirados por un accidente en servicio o un atentado terrorista para agradecer las mejoras introducidas en la reforma de la carrera militar. Son ejemplos de la parte oculta de este trabajo.

- Entonces, ¿por qué esa imagen de vagos y vividores que hay de los diputados y senadores?
- Si hay esa imagen es que no lo hacemos bien para trasladar esto. Es verdad que en los últimos años se ha producido una transformación en la visibilidad de la política en los medios de comunicación, dinámica desde el morbo, lo que ha hecho alguien. Desde luego un acto totalmente reprobable es la corrupción pero en el caso de los parlamentarios se reduce. Cuando se vive esa política de eslóganes rápidos, de ataques rápidos, de una estrategia de acoso y derribo permanente, que es muy viva para trasladar a los medios, al final te conviertes en carne de cañón, es un gran hermano en el que no interesa el fondo, sino lo que da titulares. Cuando la gente lo está pasando mal eso se ha agudizado porque es más fácil la demagogia. He vivido día tras otro manifestaciones al pasar por el Congreso de los Diputados llamándonos ladrones. Hay que comprender a la gente que lo está pasando mal, uno tiene que tragar su orgullo, y aunque no somos ladrones, sí tenemos la responsabilidad de ayudarles y compensarles. Pero cuando se frivoliza en un momento determinado, y la clase política no lo ha parado a tiempo, no ha sabido mostrarse, ir a debates de fondo en lugar de debates de forma, de pura imagen, pues al final estás en la diana. Hemos ayudado a mucha gente, pero eso no sale en los medios. Muchos grupos de Salamanca han visitado el congreso, les hemos acompañado y han visto el trabajo.

- Por ejemplo, ¿tan necesario es que los diputados tengan teléfonos móviles de última generación y tablets a costa del erario público?
- He visto el titular y si está presupuestado, será. En este caso hablamos de instrumentos de trabajo. Pues hacen falta. Lo que hay que plantearse es si la remuneración de un parlamentario debe ser una y otra, y si ahí va todo comprendido o es menor y se le dan los instrumentos de trabajo. Son necesarios. Hablo de mí, y hay compañeros con jornadas peores que la mía, pero ayer por ejemplo estaba en Salamanca con la vicepresidenta del Gobierno, pero a las cuatro tenía que estar en la Universidad Rey Juan Carlos en Madrid para un debate sobre el Código Penal, y vas con tu coche, porque no tenemos chóferes como se ha dicho, el mío con 130.000 kilómetros esta legislatura, y después de dos horas y medio de debate tenía que estar en un cuarto de hora a la otra punta de Madrid para una reunión del grupo parlamentario, luego acudir a una entrevista? y mientras corregir una nota de prensa, entrar en directo para unas declaraciones a una agencia de noticias. ¿Y cómo lo hacemos? Pues porque uno lleva encima un teléfono que no es sólo para llamar. Se ha hecho mucha demagogia, muchos periodistas en las tertulias. Sí me parece que si alguien no rinde, si no cumple, que no se nos coloque a todos por igual. En cualquier oficio a uno no le gusta que se le trate igual que a uno que no trabaja.

- Pero esto supone un millón de euros, y el tratamiento para el niño salmantino de cuatro años con una enfermedad rara única en España ha costado menos de la mitad, unos 400.000 euros, y se ha estado un mes para que Sanidad aprobara su financiación. Suena a demagogia, pero es de lo que habla la gente.
- Es verdad. En concreto el caso de este niño, la asociación me interpeló a través de Twitter y me pareció bien que se financiara ya. Pero a veces no funcionan los protocolos, es algo que no tenía que haber sido noticia y para eso está el sistema de la Seguridad Social, pero en algún momento se rompe. Evidentemente si se hace la comparación, pues se llega a la conclusión de quitar ese millón de euros. Puede haber un fallo de que algo no llegue tan rápido como es necesario, y eso hay que atajarlo. Parece que un parlamentario está sólo para apretar un botón, y sin pensar, pero si eso es lo único que hiciéramos, yo también estaría con el común de los mortales en que no existiéramos. Sin embargo, sin Parlamento volvemos a gobiernos que no nos gustan, dictaduras populistas o tecnócratas. Otras fórmulas pueden parecer muy bucólicas, pero no funcionan. Sí hay que mejorar y nosotros rendimos cuentas.

- Pues ahora que tiene la oportunidad, rinda las suyas. ¿Cuál ha sido su labor legislativa durante estos cuatro años? ¿Cómo ha peleado por defender los intereses de los salmantinos?
- Es un trabajo individual pero de equipo, representamos al Partido Popular y aprovecho para agradecer la confianza en mí desde que me incorporé en el año 2008. Había unos objetivos muy claros, viejas deudas, de justicia con Salamanca, que fueran reparadas. Una, el contar con una comunicación con Madrid de alta velocidad, porque hay que recordar que estuvimos en una red de alta velocidad y un gobierno socialista nos quitó de ese mapa. En este momento estamos en la fase final de un transporte rápido de mercancías y personas, no especialmente caro, que permite comunicar mejor todo el eje atlántico, tener unas relaciones con Portugal que son muy importante. Hemos dado la matraca al Gobierno, a la ministra Pastor, y ahí está el resultado.

Hemos trabajado también en el ámbito de la agricultura. Es el caso del regadío de La Armuña, completado con la zona de Zorita. Fue proyectado por un gobierno del Partido Popular y en el año 2010, con el gobierno socialista, estando presupuestado, fue anulada la dotación presupuestaria, dejando 150 millones de euros completamente bloqueados hasta el año 2017. Encontramos desde el primer momento una gran sintonía con la actual ministra, estuvimos con los alcaldes, y se ha retomado, además a mitad de un ejercicio presupuestario. Ya está en marcha y ahí están las obras.

Y en el terreno de la educación, ha sido mucho trabajo y hay que seguir trabajando por un pacto. El trabajo de José Antonio Bermúdez de Castro ha sido indiscutible. Sin su apoyo hubiera sido imposible luchar por la universidad y por el octavo centenario de la Universidad de Salamanca. La universidad necesitaba un reconocimiento en sus personas, en sus docentes, que también han aportado su sacrificio en la crisis, sin poder promocionar, sin más plazas, sin más proyectos de investigación para transmitir conocimiento. Hemos trabajado para que eso fuera entrando en el capítulo de objetivos a conseguir. Se ha mejorado la tasa de reposición hasta llegar al cien por cien, se ha reconocido más la promoción y el relevo generacional de los docentes. También las becas, ese cambio de modelo, que se trasladó la idea de un recorte y no era así. Ha sido racionalizar la gestión, que llevara a que personas sin un mínimo de responsabilidad académica recibieran fondos que otras personas que sí estaban rindiendo los necesitaran. Me hubiera gustado conseguir más cosas, pero hemos puesto los cimientos para importantes cosas. Un trabajo de gota a gota durante toda la legislatura.

- Importante ha sido el lograr incentivos fiscales para las empresas que colaboren con el Octavo Centenario de la Universidad de Salamanca en 2018, y sobre todo por el máximo periodo. ¿Les ha costado mucho convencer al ministro Montoro?
- Ahí hemos estado. Tenemos tres años de margen para un programa, apoyando el octavo centenario.

- Retomada la Comisión Interinstitucional esta semana, ¿se llegará a tiempo de que en 2018 haya proyectos tangibles al servicio de los ciudadanos?
- Creo que sí. El octavo centenario no necesariamente son edificios, no necesariamente son obras que necesitan licitaciones tremendas. Se están haciendo avances, por ejemplo el que podamos recuperar la antigua sede del Banco de España, junto al Centro Documental de la Memoria Histórica, por cierto, llevado a cabo de forma íntegra durante la legislatura del Partido Popular. Que sea la sede de un Centro Internacional del Español, como motor de la economía y del turismo, es una gran noticia. Tener siete u ocho años o tres para un proyecto de esta naturaleza, lo importante está en el entusiasmo, en la implicación de todas las instituciones y poner proyectos interesantes encima de la mesa. Es un punto de inflexión, a partir del cual ya nadie se puede relajar. No es tanto el tiempo, sino en acertar con los proyectos. El mejor homenaje a la Universidad de Salamanca es que sea líder de un proyecto de reforma de la universidad española, compitiendo en el mundo. Es enlazar equipos de investigación, conseguir que los proyectos se centralicen y se lideren por Salamanca. Esos son los proyectos que perduran. A lo largo de ocho siglos la Universidad de Salamanca ha tenido momentos muy duros de crisis, realmente críticos, luchando contra el centralismo, pero ha pervivido no por los edificios, el nuestro es emblemático, lo importante es la gente. ¿Hay tiempo suficiente? El trabajo continuado e intenso hace más.

- Con tanto retraso, a ver si va a pasar como el mal estudiante, que deja para el último momento estudiar y luego suspende el examen o como mucho lo aprueba raspado, y el octavo centenario no es para un aprobado.
- Eso no se puede producir. Confío en que aquello en que ha venido trabajando la Universidad se ponga ya en marcha, se inicie ya sin pérdida de tiempo. Se llegará bien.

- Hablando de estudiar, como portavoz del PP en la comisión de Educación y Deporte, ¿cómo justifica la nueva ley, la polémica Lomce, ante tantas críticas tanto de la oposición como de gran parte de la comunidad educativa?
- Me he reunido con organizaciones sindicales, representantes de centros concertados, públicos, asociaciones de padres, docentes, representantes de las reales sociedades? Era necesario hacer una reforma en la ley de educación, que no es romper y tirar a la papelera, era la reforma de una ley, no era cambiar una por otra. No. El Partido Popular hizo una ley que fue suspendida por el Gobierno socialista en sus primeros días y en este momento se podía haber optado por una ley nueva, pero se ha modificado la ley tramitada por el Partido Socialista, construyendo, manteniendo las cosas que funcionaban bien. Era una ley necesaria porque en determinados puntos de la geografía española se había deteriorado tremendamente la educación. Nos llamaban la atención todos los organismos internacionales, no sólo por la economía, estábamos en la lista negra por tener a niños que abandonaban la educación de forma temprana sin un futuro. En una manifestación en Salamanca se decía en una pancarta no a la formación profesional dual. Ya no puedo creerlo, porque es un éxito allá donde se ha empezado a implantar, trabajando mientras se garantiza una formación, y con una inserción laboral. Hacía falta atajar algunas cosas, volver a una cultura del esfuerzo, canalizado, hay que saber reforzar una formación de tipo laboral. Y las evaluaciones son imprescindible, otra cosa es cómo hay que ejecutarlas. Ya se venían realizando en algunas comunidades autónomas. La reforma de la ley se utilizó como un arma política, desde un primer momento, como por ejemplo ahora Ciudadanos critica los presupuestos de Salamanca y León sin haberlos conocido. La reforma de la ley educativa se criticó sin conocerla, cuando después se han corregido muchas cosas fruto del diálogo con todos. Por ejemplo, la nota media de los becados se ha mejorado de una forma espectacular y ha disminuido el fracaso escolar.

- ¿Este tipo de reformas, como también la sanitaria o la del aborto, entre otras, pasarán factura al Partido Popular el próximo 20 de diciembre?
- Creo que los ciudadanos son inteligentes y saben discernir. Todavía hay mucha gente muy enfadada, eso es así, porque en esa situación tan difícil es muy complicado explicar 244 leyes que incorporan cosas que gustan menos, pero que eran imprescindibles, como la reforma de la administración, suprimiendo más de dos mil sociedades y organismos, ahorrando dinero y mejorando la gestión. No es fácil, porque todo el mundo defiende lo que conoce, y con cada reforma hay una protesta. Y si en este momento de dificultad salen casos de corrupción, es muy duro. He oído que el Partido Popular es un partido corrupto. Pues no, el partido que me acogió son setecientos mil militantes, muchos alcaldes que trabajan mucho sin recibir nada a cambio, salvo disgustos con la familia y mucha dedicación a su pueblo. Y cuando todavía no ves que tu situación mejora, todo lo demás se queda en un papel secundario.

- Los datos macroeconómicos son buenos, pero miles de familias continúan sin percibir la recuperación.
- Buenos, macro y micro son dos caras de la misma moneda. Ya se nota. Es verdad que hasta que tú no ves despejado tu camino, después de pensar que no te ibas a ver en esta situación? Pero se nota, he vivido las carreteras sin coches ni camiones y ahora a cualquier hora hay un tráfico de mercancías extraordinario, las colas en los comercios, las vacaciones, los números del turismo, eso no sucede si algo no está cambiando. Lo que ocurre es que estábamos muy abajo. Cuando se está en la mitad cuesta menos llegar arriba.

- El PIB crece, pero los salarios están congelados, el paro baja, pero los contratos son cada vez más precarios?
- Bajar de los cinco millones de parados parece que no es nada, pero supone una tendencia ya muy clara. Los datos están ahí y se pueden comprobar. Es verdad que es más fácil criticar que reconocer que un trabajo ha dado sus frutos. Los líderes europeos han agradecido el esfuerzo que se ha hecho, para que el país no se fuera a la bancarrota. Muchos ciudadanos sí están viendo que aquellos que han vendido dos formas de política, la vieja y la nueva, realmente hay dos formas de hacer política, hacerlo bien o mal. La mayor parte de las ideas que ponen encima de la mesa los llamados nuevos políticos, que llegan con un discurso bonito, pues algunas ya se han aprobado y puestas en práctica, y siguen diciendo que son nuevas.

- Salvo imprevisto de última hora, no habrá una mayoría absoluta, y esos nuevos jugarán un papel importante en la confección de un Gobierno. Si el PP gana las elecciones, tendrá que buscar un apoyo para gobernar. ¿Con el PSOE para una gran alianza, con Ciudadanos? Podemos queda descartado por razones obvias de ideologías contrapuestas?
- No hay que hablar de nombres, los ciudadanos españoles se merecen opciones serias como el PP, que respeten las reglas del juego, que no se entretengan en tonterías. Estoy viendo cómo están funcionando ayuntamientos y comunidades autónomas, y la política de consenso no estar perdiendo el tiempo en tonterías y no darles a los ciudadanos lo que necesitan, no responder inmediatamente. Se entretienen en un pequeño detalle y privan a los ciudadanos de una obra o un proyecto. Eso está sucediendo en este momento, porque no son opciones serias. Nosotros hemos hecho con buena voluntad de sacar adelante a España, lo hemos hecho y hay mucha gente que lo está empezando a ver. Hay algo que no nos podemos jugar, la integridad del país, la integridad de España, no nos podemos jugar la estabilidad institucional, la estabilidad económica, y ya hemos visto las fluctuaciones que se producen rápidamente cuando no hay seguridad de qué se va a hacer. El PSOE tan pronto sube los impuestos, para Ciudadanos son ricos quienes cobran 40.000 euros aunque sea con toda una vida de trabajo, hoy no quieren a la educación concertada, mañana a la religión, luego sí, luego se alían con la gran empresa? Hay que dialogar, pero desde la seriedad. Por el momento, lo que observo tanto en unos como en otros es que estamos en la feria de las vanidades, a ver quién vende de manera más bonita una ocurrencia. Con eso no podemos gobernar seriamente un país.

-  En resumen, ¿con qué mensaje deben quedarse los ciudadanos sobre la gestión del Partido Popular estos cuatro años, tanto general como para la provincia de Salamanca?
- En el plano general, el presidente del Gobierno y el Partido Popular ha cumplido. Le oí decir en los peores momentos, en los primeros seis meses de legislatura, que estamos aquí aunque esto nos cueste como partido, estamos aquí para que España salga adelante, sea reconocida internacionalmente, vuelva a encontrar su lugar, la confianza, y salir del desempleo. Ese gran objetivo se está consiguiendo. Si no lo hubiéramos conseguido todo lo demás no hubiera podido existir, sin estabilizar el barco no habría sanidad, educación, servicios sociales, terminar infraestructuras? Y respecto a Salamanca, los dos grandes objetivos de recuperar un pulso para seguir creciendo. Podríamos haber avanzado más, pero son puntales básicos los que se han conseguido para que en una próxima legislatura, dirigida de forma seria por un gobierno serio, permitirá tres años muy buenos para que Salamanca, con el impulso de su Universidad y el campo, se encuentre en una posición con un futuro más abierto, un futuro de mayor luz.

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