José Carretero González, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca, ha ofrecido hoy una conferencia en el marco de la Semana de la Ciencia 2011 sobre ergonomía, en concreto, sobre la influencia de las malas posturas y el mobiliario en algunos problemas de salud. En esta charla, organizada por la Universidad Pontificia de Salamanca, se ha hablado del uso más adecuado de los asientos y las camas.
 
"Dormidos y sentados nos pasamos entre el 60 y el 70 por ciento de nuestra vida y por no utilizar el asiento correcto o no adoptar la postura apropiada dentro del asiento, se producen patologías, sobre todo vasculares periféricas de tipo venoso y de la columna vertebral", ha explicado en experto en Anatomía en declaraciones a DiCYT (www.dicyt.com). Por ejemplo, "una mala postura es estar sentado apoyado únicamente sobre el coxis y sobre la parte alta de la columna y por lo tanto no mantener la curvatura lumbar", lo que a larga puede producir hernias discales, asegura.
 
Sin embargo, muchas veces el problema no es la postura, sino la ausencia de un asiento adecuado. En lugares públicos, el diseño de los asientos es industrial y "es difícil encontrar una adecuación correcta". Un ejemplo son las aulas. "Hay etapas en las que el crecimiento es muy variable y un chico de 12 años probablemente no haya empezado a desarrollarse como adolescente, mientras que una chica sí. Dentro de la misma edad, puede haber muchos centímetros de diferencia entre los alumnos. Sin embargo, están en las mismas aulas, con las mismas mesas y los mismos asientos, así que es un asunto complejo, porque no se puede tener un pupitre del tamaño de cada alumno", comenta.
 
En general, hay tres variantes en la postura de estar sentado: hacia adelante, erguidos o hacia atrás. La mejor de ellas "depende de qué actividad vayamos a realizar", afirma, y no existe un asiento que sirva para las tres.
 
Según José Carretero, sería conveniente que la población conociese mejor estas cuestiones porque "tantas horas de sedentarismo o de estar tumbados provocan atrofias de grupos musculares que se podrían corregir de formas muy sencillas. "Si una persona está seis horas en su puesto de trabajo, la atrofia de los músculos de la espalda se puede corregir dando un paseo de una hora a un ritmo de cinco o seis kilómetros por hora, que no es andar muy deprisa. También se puede trabajar con pesas, haciéndolas con los miembros superiores extendidos hacia delante y hacia atrás", señala.
 
A la hora de dormir, los colchones deben tener cierta firmeza o densidad, entre 25 y 35 kilos, asegura. "El colchón ideal ahora mismo sería uno con base de látex bien aireada y una capa viscoelástica para adaptarse a la forma del cuerpo, además de un somier de láminas anchas y una almohada viscoelástica perforada", comenta. También hay que tener en cuenta las medidas, puesto que "si una persona mide más de 1'80, debería dormir como mínimo en una cama de dos metros".

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