La Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca se queda sin profesores, lo que “podría ser una situación de punto final”. Así lo alerta un informe elaborado por el Decanato al que ha tenido acceso SALAMANCA24HORAS, donde se analiza la situación complicada de la facultad debido a una deficitaria renovación de plazas docentes. Y es que algunos departamentos han perdido hasta diez plazas de profesorado funcionario durante los últimos siete años, viendo al mismo tiempo incrementada su carga docente. Situación que puede verse agravada por las futuras jubilaciones.

Actualmente la Facultad de Medicina cuenta con 110 profesores (61 en clínicas y 49 en básicas), pero en los próximos seis años se jubilarán 28 (21 en clínicas y 7 en básicas), es decir, el 16 por ciento menos de profesores el curso 2018-2019. La mayoría de ellos, 18, se jubilarán durante los próximos tres años, con una “situación ya muy comprometida con áreas de conocimiento sin profesorado”. Por eso, advierte el informe, “si en el plazo de dos años no se comienzan a reponer plazas, o a buscar otras figuras docentes, nos encontraríamos en una situación difícilmente sostenible”.

Cinco de los once departamentos actuales de la Facultad de Medicina superan el 25% de pérdidas (Cirugía, Medicina Preventiva, Bioquímica, Psiquiatría y Radiología) y dos están por encima del 40% (Medicina y Pediatría). Así, se verían menos afectados por las jubilaciones los departamentos de Anatomía e Histología, Farmacología, Estadística y Biología Celular.

Soluciones planteadas

El Decanato de la Facultad de Medicina propone algunas soluciones para poder paliar el efecto que las jubilaciones tendrán sobre el profesorado. La acreditación de profesorado médico, dada la actual normativa, es prácticamente imposible. El no poder disponer de plazas de ayudante y contratado doctor vinculadas hacen que la imprescindible formación docente sea imposible de llevar a cabo, explica el informa. Por eso, revisada la legislación vigente sería posible que la figura de ayudante, o la creación de una similar, pudiera ser vinculada. 

En este sentido, los residentes que finalizar su especialización, si cumplen los requisitos previos, podrían acceder a esta figura docente compatibilizándola con el trabajo hospitalario e ir gradualmente adquiriendo la formación docente adecuada y obteniendo las acreditaciones que le permitan alcanzar puestos superiores.

Además, concluye el informe, ante la actual urgencia de profesorado, la modificación de la normativa que rige la figura de profesor emérito podría permitir, sin contraprestación económica, que todo aquel profesor que deseara continuar y cumpla unos requisitos a determinar, manteniendo carga docente y cierto grado de dirección, pudiera hacerlo de manera temporal o incluso indefinida.

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