A punto de finalizar el primer mes de este nuevo año, para loteros y profesionales del sector del juego, llegan las primeras quejas en relación al volumen de ventas. Si bien es cierto y según comunican a este medio, “se trata de un mes que nunca ha sido bueno para el sector”. Pero coincide, esta vez, con la entrada en vigor de la nueva medida tributaria anunciada por el Gobierno en la que se establece un gravamen del 20% para premios superiores a los 2.500 euros.
 
“El descenso se ha notado”, según afirma uno de los administradores, “aunque es pronto todavía para sacar conclusiones del porqué”. Lo achacan a la propia crisis económica y también, en parte, a la medida a la que se hacía alusión anteriormente. “Ahora, la gente juega menos o, directamente, pasa de comprar”, nos decía otro. En el caso de los vendedores de la ONCE aseguran “que el descenso de ventas habrá que analizarlo a largo plazo, pero sí se nota que las ventas están siendo muy malas”. Añaden también “que a la gente siempre quiere que le toque y a nosotros, a nivel particular, nos compran más por la acción social que por el premio en sí”.
 
En los premios que más se ha notado, según han hecho saber a este medio, “son en los denominados menores, como las quinielas”. En el caso de éste último, “debido a la situación del fútbol actual con un Barcelona y Real Madrid casi imposibles de fallar y la no inclusión de los partidos de los lunes”. “Ahora, los acertantes de diez en el boleto ya no cobran y si lo hacen es por una cantidad mínima”. “A la gente les tira más los grandes premios”. Sin embargo, el sentir o la opinión general es la de no una influencia importante por parte del nuevo impuesto siendo la crisis el agente más destacable y negativo: “la retención puede influir pero no demasiado, sí la crisis. Esta medida tributaria es lógica desde la liberación del mercado en el sector del juego. La gente a lo mejor deja de jugar un tiempo y luego vuelve”, añadieron en esta dirección.
 

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