“El IVA de caja es una gran medida, una antigua reivindicación del colectivo, que no sólo va a facilitar que haya más liquidez en los negocios sino que evitará que muchas grandes empresas se financien de autónomos y del propio Estado, no pagando en los plazos establecidos por ley y deduciéndose un IVA que no han abonado”, subraya el Presidente de ATA, Lorenzo Amor. El 80% de los autónomos, tarda más de tres meses en cobrar una factura, según el último Barómetro de ATA. Eso supone que se vean obligados a adelantar un IVA que han facturado pero no han cobrado, causando en muchos casos graves problemas de liquidez.
“Más allá de los aún excesivos plazos de pago de la Administración Pública, hoy hay empresas del IBEX que pagan a sus proveedores en más de 120 días financiándose de los mismos pero también del resto de los ciudadanos puesto que se deducen un IVA que no han pagado”, denuncian desde ATA. Según la Federación, el Gobierno debe tomar cartas en el asunto y establecer de una vez por todas un régimen sancionador para aquellos que no cumplen los plazos de pago que establecen la Directiva y la Ley de Morosidad, y que además se retratan al admitir que no van a hacerlo al recomendar a sus proveedores no acogerse al sistema de IVA de caja.
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