El equipo actual del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y responsables del Partido Popular, cuyo Gobierno tomará posesión la próxima semana, han acordado congelar la tarifa de la luz en la revisión del próximo 1 de enero. Así, en función de los resultados que arroje la subasta, que se celebra este martes y donde se establece el coste de la energía, se ajustará la parte regulada de la tarifa eléctrica (transporte, distribución, primas renovables) que fija el Gobierno, los peajes.
 
La patronal del sector eléctrico afirmó hace dos semanas que para el próximo año es necesario que la tarifa de acceso de la energía eléctrica, la que determina el Ejecutivo y que supone la mitad del recibo de la luz, se incremente entre un 20% y un 25%, para poder cumplir con el déficit de tarifa que se acumulará en el próximo año. La otra mitad a pagar depende del coste de la energía que se fije en la subasta, que se celebra este martes.
 
El pasado mes de octubre, el Ministerio de Industria decidió no subir el recibo de la luz durante el último trimestre del año para aquellos consumidores que estén acogidos a la Tarifa de Último Recurso (TUR) de electricidad, es decir, para la mayoría de hogares y pymes, unos 153.000 en la provincia de Salamanca. El Ejecutivo adoptó esta decisión pese a que, tras la subasta, el coste de la energía eléctrica había subido un 9% para el producto base y un 11% para el de punta respecto al trimestre anterior.
 
Los precios de esta subasta suponen la mitad de la Tarifa de Último Recurso (TUR), a la que están acogidos la inmensa mayoría de los consumidores domésticos y pymes. Ello se debe a que la subasta Cesur tiene un peso cercano al 50% en la subida o bajada del recibo de la luz. El otro 50% se refiere a los llamados peajes, que decide el Gobierno.

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