La intensidad del ébola ha llegado a un punto alarmante. Sólo en África, según el último informe de la OMS del 3 de octubre, ha habido 7470 casos de infectados por ébola, habiendo muerto 3431 de los infectados; sin embargo, no fue hasta que empezó a haber infectados de países como EEUU y España cuando la noticia comenzó a preocupar al primer mundo. A partir de ese momento, a pesar de que los nuevos infectados eran casos aislados y que podían contar con mejores atenciones que los miles de africanos que estaban padeciendo la enfermedad en el continente, la preocupación por el alcance de la enfermedad se extendió por los países desarrollados, lo que unido al hecho de que los afectados en África iban en aumento a una velocidad alarmante consiguió que la OMS le diera la clasificación de epidemia y las informaciones respecto a la enfermedad se disparasen y el miedo al contagio en los países desarrollados se extendiese.

Está claro que el ébola es una enfermedad muy peligrosa, pero, ¿está justificado el miedo que se ha producido en el mundo desarrollado a su extensión dentro de sus fronteras? Seguramente, esta reacción sea desmesurada atendiendo a la realidad, pues los países desarrollados poseen los medios (en mayor o menor medida) para garantizar que los casos que aparezcan no den lugar a más contagios, y en el caso de que los hubiera, la enfermedad no llegase a extenderse como en África.

El ébola ha sido la última chispa que ha prendido la mecha del miedo al contagio de enfermedades entre la población, como ya lo fuera antes la gripe A o la gripe aviar. Las razones que explican este comportamiento pueden encontrarse tanto en el momento histórico y social que vivimos como en la naturaleza del ser humano.

En primer lugar hay que tener en cuenta que vivimos en la era de la información, por lo que nos bombardean a diario con miles de noticias; estas, en muchas ocasiones tratan de catástrofes de distinta índole, las cuales, además, solemos recordar mejor que aquellas noticias alegres. A esto hay que sumar el miedo que existe a una catástrofe, ya sea terrorista (desde la caída de las Torres Gemelas en 2001 fuimos conscientes de la internacionalidad del problema), natural (oímos en numerosas ocasiones acerca de catástrofes naturales de grandes magnitudes, además de que el efecto 2012 sobre el supuesto fin del mundo aún colea en el imaginario popular), biológica y/o química (no sólo las enfermedades se incluirían aquí, sino también la posibilidad de una guerra con estas características), nuclear (el accidente de Fukushima revivió este miedo), etc. Además, en la red existen multitud de informaciones cruzadas de fuentes más o menos fiables que muchas veces emplean datos falsos pero que nosotros damos por buenos, ya sea porque confiamos en ese medio o porque dice lo que queremos oír (por ejemplo, si creemos que las autoridades pertinentes mienten acerca de un tema, buscaremos aquellas informaciones que confirmen nuestras sospechas).

Relacionado con esto está el hecho de que cuando una institución (en este caso, la OMS) se pronuncia al respecto de algo con tanta importancia, entre  el público de a pie cunde el pánico. Algunos dicen que cuando esto ocurre, lejos de que se intente informar a la población para evitar que se preocupe en exceso pensando que existe un problema grave, se busca fomentar lo que se llama marketing del miedo, es decir, crear miedo entre la población para fomentar intereses privados; en el caso del ébola, se dice que muchas farmacéuticas ya tenían los medicamentos para luchar contra el ébola, pero que necesitaban un pequeño empujón para conseguir comercializarlo, el cual llegó con las declaraciones de la OMS.

En el plano psicológico del ser humano, las noticias negativas que producen miedo son las que más calado tienen en nosotros. La razón de esto es simple: El instinto de supervivencia es fundamental para cualquier ser vivo, por lo que necesitamos estar alerta para poder reaccionar a tiempo; esto se consigue por medio de aquellas noticias que nos informan de lo que va mal a nuestro alrededor, por lo cual las prestamos más información que a aquellas que nos dicen que la situación ha mejorado. El problema llega cuando el sentido de la supervivencia está tan alerta que empezamos a imitar lo que hacen nuestros compañeros, ya sea acertado o no, perdiendo la noción de individuo y abandonándose al grupo; un ejemplo de esto podría ser el descenso en el consumo de pollo cuando la gripe aviar saltó a primera plana internacional. No obstante, hay que tener en cuenta que en ocasiones este mecanismo primitivo es usado con intereses perversos: Los medios de comunicación conocen esto, por lo que emplean más noticias efectistas que con datos; y los gobiernos pueden aprovecharlo para llevar acabo estrategias en su favor en el escenario internacional (cuando la gripe porcina estaba en el orden del día, Rusia aprovechó para imponer un veto a los productos porcinos provenientes del extranjero).

Epidemias más mortíferas

Según la Real Academia Española, una epidemia es una “enfermedad que se propaga durante algún tiempo por un país, acometiendo simultáneamente a gran número de personas”; por su parte, una pandemia se refiere a  una “enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región”. 

 

A pesar de la gran mortalidad que el ébola está causando, no es ni mucho menos la más mortífera a la que se ha enfrentado la humanidad; a continuación, se encuentra la lista con las 10 pandemias más mortales de la historia:

  - Viruela (más de 300 millones de muertos desde su aparición): De origen vírico, se transmite por contacto directo y por el contacto con los fluidos del afectado; la muerte se produce por deshidratación, fiebre alta y diversas complicaciones que lleva aparejada. Afortunadamente, se la considera erradicada.

  - Sarampión (más de 200 millones de muertos desde su aparición): También de origen vírico, esta enfermedad que produce marcas rojizas, fiebre y malestar general puede causar la muerte mediante la inflamación pulmonar o de meninges. En la actualidad, aunque no está erradicada, es difícil que se produzca porque la mayoría de la población está vacunada contra él.

 - Gripe española (entre 50 y 100 millones de muertos entre 1918 y 1920): Esta mutación del virus de la gripe provocó una gran crisis de mortalidad al acabar con una gran cantidad de personas en apenas 2 años, de las cuales, a diferencia que en otras gripes, muchos fueron adultos jóvenes y sin problemas de salud. El apelativo de “española” se le concedió por el simple hecho de que, al coincidir en tiempo con la Primera Guerra Mundial, muchos países censuraban las noticias acerca del virus para no crear el pánico entre su población, mientras que España, debido a su neutralidad, ofrecía los mejores datos acerca de la evolución del virus.

  - Peste negra (75 millones de muertos durante el s. XIV): Enfermedad bacteriana comúnmente relacionada con la Edad Media, se desplazó desde Asia (donde dejó la mayoría de los muertos) a Europa a través de las ratas que transportaban los barcos de los comerciantes. Esta enfermedad tuvo diversas consecuencias, siendo la más importante, sin dudad, las demográficas, pues se calcula que sólo en Europa murieron unos 25 millones de personas, lo que supuso la reducción en un tercio de la población de nuestro continente.

  - SIDA (más de 25 millones de muertos desde su descubrimiento): Aunque es conocido como el Virus de la Inmunodeficiencia Adquirida, no es el mismo virus el que provoca la muerte de las personas, sino que éste causa que el sistema inmunológico del afectado no funcione correctamente y pueda morir a causa de cualquier pequeña infección. En la actualidad, aunque no se conoce ninguna cura, se ha conseguido mejorar notablemente la calidad de vida de los infectados.

 

 - Plaga de Justiniano (cerca de 25 millones de muertos en el s. VI): Fue otro tipo de peste que azotó el Imperio Romano. Debido a sus consecuencias, se ha llegado a decir que fue la peste negra de la época.

 

 - Tercera Pandemia (en torno a 12 millones de muertos entre el s. XIX y el s. XX): Una nueva cepa de la Yersinia Pestis, causante de la peste negra y la plaga de Justiniano, se centró en Asia, y aunque las cifras de afectados no fueron tan altas, causó una gran alarma sanitaria.

 

 - Tifus (cerca de 4 millones de muertos): Enfermedad bacteriológica presente aún hoy en zonas aisladas del planeta; no obstante, no representa un gran peligro. Se transmite por medio de los insectos y los problemas que crea son, entre otras, fiebres altas y exantemas.

 

 - Cólera (en torno a 3 millones de muertos desde el s. XIX): La bacteria que produce el cólera, la Vibrio Cholerae, se transmite por medio del agua y de los alimentos, provocando en los afectados fiebres y dolor abdominal, además de una severa deshidratación a causa de la diarrea, lo cual suele ser la causa de la muerte.

 

 - Gripe de Hong Kong (cerca de 1 millón de muertos en 1968): Gripe causada, probablemente, por una variante de la H3N2, o gripe A. Ella es la causante por la cual las distintas mutaciones de gripes aviares que se han ido dando en el mundo hagan saltar las alarmas ante un posible desastre demográfico.

Rumores y teorías acerca del ébola

Desde el inicio de esta nueva oleada de ébola, no han dejado de conocerse distintos rumores y teorías sobre de su origen, transmisión, afectados…

Desde su punto de origen en África, llegan diversas creencias sobre el virus. En un principio y debido a las convulsiones y los vómitos que provoca, en las aldeas se creía que se trataba de un espíritu maligno que poseía el cuerpo de las personas; se creía, además, que a parte de la muerte, uno de sus efectos era la transformación en animal del afectado. En la actualidad, han surgido una nueva hipótesis alejada de los seres sobrenaturales: El hombre blanco ha llevado la enfermedad a África para la explotación del territorio, se trata de un castigo divino o que en realidad no existe y se emplea para seleccionar personas que son víctimas del tráfico de órganos.

 

En los países desarrollados han surgido diversos bulos sobre su origen de carácter conspiranoico, algunos de los cuales son:

  - En marzo, en el Laboratorio de Investigación Bioterrorista de la Fiebre Viral de Kenema, de propiedad estadounidense, comienzan a realizarse pruebas con un nuevo virus patentado de ébola con personas vivas y sanas a petición de una farmacéutica. A raíz de las investigaciones, seis de los trabajadores de ese laboratorio iban a publicar los resultados obtenidos en la revista Science; sin embargo, 5 de ellos mueren a causa de la enfermedad y el sexto, a causa de una hemorragia cerebral.  En la actualidad, el laboratorio se encuentra cerrado, puesto que el gobierno de Sierra Leona se ha percatado de las extrañas muertes que allí ocurrían.

  - Uno de los tripulantes del avión estrellado el pasado julio en Ucrania perteneciente a Malasya Airlines, era un activista antisida y experto además en ébola cuyo nombre era Glenn Thomas. Antes de morir, dijo que tenía unos documentos sobre las investigaciones fraudulentas que se estaban realizando en el laboratorio de Kenema, en los que se afirmaba que la población autóctona estaba siendo obligada a participar en los experimentos.

  - Las élites mundiales han creado el virus con el fin de poder crear un Nuevo Orden Mundial debido a la reducción de la población de la Tierra, más fácil de dominar. De acuerdo con la teoría, la enfermedad artificial (como sería el caso del ébola) sólo es una de las tres principales formas de garantizar la casi total despoblación que necesitan las élites mundiales; las otras dos serían la creación de un conflicto bélico y continuar con el desarrollo no sostenible.

  - El ébola no es más que una aplicación de la denominada doctrina del shock, la cual consiste en que, en un contexto de rebelión social, se apaciguan los ánimos a través de un shock que hace que la gente se rinda a las élites y pida su protección. Con el ébola, lo que se pretende es atemorizar a la población para que vuelvan a estar a merced de los poderosos.

Probablemente la teoría conspirativa más extraña de todas sugiere que las élites mundiales crearon el virus como medio para despoblar la Tierra y llevarla al Nuevo Orden Mundial. De acuerdo con esta teoría, las élites tienen tres formas principales para garantizar la despoblación: el hambre a causa de un desarrollo no sostenible, la guerra de un conflicto artificial y las enfermedades fabricadas. 

En cuanto a su transmisión, uno de los rumores de mayor gravedad fue el que aseguraba que se transmitía por medio del aire y no por contacto directo con los fluidos del infectado; esto causó un gran pánico.

Sobre los medicamentos que se están desarrollando para la cura del ébola corre el rumor de que es posible encontrar una cura con la Garcinia Kola, una planta originaria de la zona más afectada por la enfermedad en África. Sin embargo, las farmacéuticas, por intereses económicos, desarrollan sus medicamentos de forma sintética; y es que, al ser una planta autóctona, se abaratarían mucho los costes del medicamento y los beneficios de las farmacéuticas serían menores.

Por último, acerca de la actualidad de la enfermedad en el mundo y, en nuestro caso, en España, también se han hecho correr diversos rumores, como fue la muerte de la enfermera afectada por el ébola en Madrid hace dos semanas. Al respecto de esto, en Málaga la Policía ha identificado a varias personas acusadas de difundir falsos rumores en la red y por medio de WhatsApp sobre el alcance de la enfermedad mediante la modificación de titulares de prensa que hacían circular como información de última hora; actualmente, los investigadores están tratando de determinar si esto constituye un delito o no.

Pero, ¿por qué se produce el comienzo de la difusión de rumores más o menos rocambolescos? Unas veces simplemente es fruto de la mala memoria o el mal entendimiento del receptor de una noticia, lo cual da lugar a una serie de comunicaciones posteriores que, poco a poco, se van distorsionando más y más hasta resultar algo totalmente distinto a la noticia originaria; sin embargo, otras veces el inicio de un rumor tiene un objetivo determinado, como puede ser el hundimiento de la competencia. Asimismo, también hay que tener en cuenta que los rumores muchas veces surgen como teorías sobre la realidad opuestas a lo difundido por canales oficiales, ya que no se cree que se diga la verdad a las personas; en otras palabras, es los rumores pueden ser hipótesis alternativas a la realidad que nos venden desde los medios oficiales.

 
 

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