Importante deterioro en la piedra del Palacio de Monterrey y el Convento de San Francisco

 Importante deterioro en la piedra del Palacio de Monterrey y el Convento de San Francisco
Importante deterioro en la piedra del Palacio de Monterrey y el Convento de San Francisco

La Asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio ha trasladado al Ayuntamiento de Salamanca y la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural los problemas que la humedad causa en la piedra arenisca con la que están construidos los monumentos de nuestra ciudad. Dichos problemas que no han sido afrontados en los últimos años, pese a las denuncias realizadas por esta Asociación, prolongan una situación que afecta a la integridad de la roca ya que la matriz arcillosa es atacada por el agua lo que conlleva la desunión irreversible de los granos que la forman.

Esta vez la asociación expone dos situaciones concretas, tal y como puede apreciarse en las fotografías que acompañan a esta nota, los vierteaguas de la fachada de la Capilla de la Venerable Orden Tercera -parte del Convento de San Francisco-, situada al norte, y que están perjudicando gravemente a los sillares inferiores; y los vierteaguas de la fachada del Palacio de Monterrey situada al este, que están perjudicando gravemente a la piedra -a la altura de la ventana del piso bajo-, además de a los elementos decorativos.

Planes de actuación

Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio considera que la piedra de Villamayor, por sus características, debe ser tratada de forma especial en los futuros planes de Gestión Integral y Especial de Protección. Trasladándose a una labor rutinaria de estudio, seguimiento y actuación en cada monumento con el fin de atajar la incidencia del agua en la piedra arenisca: en primer lugar, evitando el contacto del agua y la piedra y, en segundo lugar, facilitando la expulsión del agua.

"La situación más grave se da cuando se trata de fachadas orientadas al norte y noroeste (donde la humedad permanece más tiempo e incluso permite la aparición de líquenes, hongos y algas) o cuando se trata de sillares y cornisas en las que se sitúan elementos más frágiles y ornamentales. Por ello, una de las primeras decisiones consiste en establecer un calendario de actuaciones periódicas de mantenimiento (limpieza de canalones y bajantes, retejado, reposición de elementos, etcétera)", añade la asociación.

Para priorizar la conservación de los edificios y evitar la pérdida de elementos originales, Ciudadanos del Patrimonio considera que los propietarios tienen que adoptar, instados por las autoridades, medidas urgentes y necesarias que pueden no ser del gusto de todos, además de costosas y complejas. "La urbanización del entorno también juega un papel trascendental: cámaras que faciliten la evaporación en los sillares inferiores, la conexión de los bajantes con la red de desagüe de la ciudad, la instalación de zócalos y la liberación de los monumentos de la urbanización predominantemente granítica; son algunos aspectos, entre otros, que deben ser tenidos en cuenta en esta tarea", concluye.
 

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