El número de acusados de cometer algún tipo de delito a través de Internet se ha duplicado en los últimos tres años, según los datos ofrecidos por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior y que corresponden a las operaciones llevadas a cabo por las unidades especializadas tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional. Así, son 46 en la provincia de Salamanca.
 
Por asuntos, casi la mitad de los imputados y detenidos están relacionados con estafas. En estos casos, el delito que más se repite es el denominado 'phishing', trama que consiste en el envío de correos electrónicos que, aparentando provenir de fuentes fiables como entidades bancarias, intentan obtener datos confidenciales del usuario, que posteriormente son utilizados para la realización de algún tipo de fraude. Para ello, suelen incluir un enlace que, al ser pulsado, lleva a páginas web falsificadas. De esta manera, el usuario, creyendo estar en un sitio de toda confianza, introduce información confidencial como su número de cuenta, información que en realidad, va a parar a manos del estafador. También se ha registrado casos de estafa en ofertas de trabajo que reclamaban cantidades de dinero para poder tener opciones de acceder a empleos ficticios.
 
Si a nivel nacional los estudios señalan que en lo que va de año el 55 por ciento de los incidentes de fraude 'online' correspondieron a prácticas de 'phishing', fuentes policiales indican que esta modalidad está perdiendo terreno ante el 'malware', un tipo de 'software' que tiene como objetivo infiltrarse o dañar un ordenador sin el consentimiento de su propietario. Dentro de este grupo, además de los virus, se encuentran los troyanos y los gusanos, entre otros. Uno de los últimos 'malware' descubiertos es capaz de descargar aplicaciones de pago sin conocimiento del usuario de teléfonos con sistema 'androit'. 
 
Después del 'phishing' aparecen los casos relacionado con el uso de tarjetas de crédito ajenas y las ventas fraudulentas en las que se utiliza el engaño para conseguir que la víctima envíe el importe de un producto que nunca le será enviado. Aprovechando muchas veces su anonimato, la red también ha convertido en el cauce idóneo para lanzar amenazas e insultos. Así, en estos tres años se han registrado en la región siete casos de personas imputadas por amenazas, y diez acusadas de malos tratos en el ámbito familiar por amenazas a su pareja. Además de por el correo electrónico, algunos de estos delitos se cometen a través de los mensajes de móviles.
 

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