Los pasajeros de la línea ferroviaria que conecta Salamanca con el norte de Castilla y León y el País Vasco se han encontrado este domingo con varias sorpresas desagradables desde el momento en que han tenido que hacer el obligado transbordo en Valladolid.
Tras salir de Salamanca a las 15:55 horas y llegar a la ciudad vallisoletana a la hora prevista, las 17:05, han tenido que esperar más de dos horas -en vez de los 18 minutos habituales- al tren que venía de Madrid para realizar la conexión. Según les han dicho a posteriori el retraso se ha debido a una avería de la máquina.
Durante la espera, los han tenido recluidos en un tren ?cochambroso?, según palabras de algunos de los afectados. Por fin, a las 19:35 han salido de Valladolid en el tren que debería haber partido a las 17:23. Sin embargo, lo peor estaba por llegar. Por motivos que se desconocen, el convoy llevaba menos vagones de lo normal por lo que no había suficientes asientos para todos los pasajeros. Eso ha propiciado que un buen número de viajeros se haya visto obligado a hacer el resto del trayecto sentado o echado en los pasillos en una estampa propia de otra época además de contravenir las normas elementales de seguridad.
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