Los ajustes presupuestarios, marcados por las medidas de reducción del déficit, han dejado bajo mínimos la contratación de obra pública, que tardará años en recuperarse, aunque no hasta el nivel previo a la crisis. El gasto social se ha comido gran parte de las inversiones del Estado, la Junta y las administraciones locales en un periodo de escasez de recursos públicos. 
 
Los contratistas denuncian que el año que está a punto de terminar ha sido el peor desde que se inició la crisis. Igualmente, las administraciones no han licitado la obra pública que tenían previsto este año. El cuarto adjudicado se distribuyó entre los 126 millones de Zamora y los 60 de León. El resto, menos de la mitad, se lo repartieron Valladolid (25), Burgos (23), Palencia (21), Ávila (20 millones), Salamanca (ocho), Soria (ocho) y Segovia (siete). 
 
Por provincias, entre enero y noviembre, más de la mitad de la inversión en obra pública correspondió a proyectos de Zamora y Burgos, alcanzándose los 160 y 125 millones de euros, respectivamente. Por debajo de la barrera de los 100 millones de euros se situó León, que absorbió 96 millones. Le siguieron Valladolid, con 37 millones; Ávila y Palencia, con 35 millones; Salamanca, con 19 millones; Soria, con 13 millones, y Segovia, con diez millones. Además, se licitaron dos millones en proyectos que afectan a varias provincias. 
 
Soria, Segovia y Valladolid fueron las provincias donde más se redujo la inversión en obra pública en los once primeros meses, con caídas de la licitación del 88,3, el 86,6 y el 83,9 por ciento, respectivamente. También, cayó un 74,1 por ciento en Zamora, donde el pasado año se alcanzó un volumen de 620 millones. En Salamanca se registró una rebaja del 70,7 por ciento y en León del 68,1 por ciento. En Palencia, la caída se quedó en el 57,3 por ciento. Sólo Ávila y Burgos registraron caídas muy inferiores a la media autonómica, con mermas del 10,2 y el 1,5 por ciento.
 

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