Uno de los focos de interés del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca es el estudio de la mitosis, un proceso que forma parte de la división de las células en el que se duplica el material genético para que cada célula hija reciba una dotación completa de cromosomas. Investigadores del Institute for Research in Biomedicine (IRB) de Barcelona están interesados en este mismo proceso, ya que las irregularidades que ocurren en la mitosis están muy relacionadas con el cáncer. Sin embargo, lo abordan desde un punto de vista diferente y ahora el objetivo de las dos partes es encontrar relaciones entre ambas líneas de investigación y desarrollar proyectos conjuntos.
 
Joan Roig, científico del IRB, ha visitado hoy Salamanca para impartir un seminario en el CIC y avanzar en la colaboración que mantiene con el grupo de María Sacristán. "Estamos interesados en comprender cómo se controla la formación de la máquina molecular más importante durante la mitosis, que es el huso mitótico", ha explicado en declaraciones a DiCYT (www.dicyt.com).
 
En concreto, los científicos catalanes intentan conocer cómo se controla el funcionamiento de este huso mitótico, que es un conjunto de microtúbulos que conducen a los cromosomas durante la reproducción celular. "Esto se hace a través de unas enzimas llamadas quinasas y a través de la fosforilación de proteínas", señala. Las publicaciones científicas más recientes de su equipo apuntan específicamente a una familia de quinasas conocidas como NIMA y en concreto "un subgrupo dentro de esta familia tiene un papel importante en el control de la formación del huso mitótico", un dato absolutamente nuevo descubierto por el IRB.

Ahora "estamos intentando comprender los detalles de este control a nivel molecular y hemos publicado que una de las facetas de este control es el regular la función de unos motores moleculares, una serie de proteínas que son capaces de ejercer fuerza y de moverse en los microtúbulos y que son importantes en la formación del huso mitótico", comenta. Asimismo, "estamos viendo cómo otras facetas de la formación del huso también son reguladas por estas proteínas".

 
Por su parte, el grupo de investigación de María Sacristán trabaja en torno a Cdc14, una proteína cuya función es esencial para la mitosis. Por eso, "estamos intentando ver si hay alguna relación funcional entre la familia de las quinasas NIMA y Cdc14", asegura Joan Roig. Aunque por el momento, esta colaboración está en una fase inicial, podrían surgir proyectos de investigación conjuntos.
 
Las implicaciones de estas líneas de investigación en el cáncer juegan un papel "central", afirma el científico del IRB, "porque el cáncer es una disfunción de la maquinaria de la división celular y, en particular, en muchos casos es una disfunción de la maquinaria de control de esta división celular, que es en lo que trabajamos nosotros". Esto significa que las quinasas son un tipo de proteínas con mucho interés como dianas terapéuticas, es decir, que pueden ser objeto de la acción de los fármacos. "Hay interés en el campo farmacéutico por encontrar pequeños compuestos químicos que puedan inhibir la actividad de estas proteínas", asegura el experto, lo que permitiría controlar un proceso cuya desregulación puede dar lugar a la aparición y proliferación de tumores.

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