Suspendidas las procesiones de la Oración en el Huerto de los Olivos y Jesús Rescatado, los fieles que se habían congregado en la plaza de Colón subían por la calle San Pablo con la desilusión de ver cómo el Viernes Santo también se veía afectado por la lluvia. Pero, al llegar a la plaza del Mercado, les sorprendió un desfile. Era la procesión de Jesús Nazareno, que sí decidió salir a la calle después de esperar veinticinco minutos sobre la hora prevista.

De esta forma, se ha roto el acuerdo verbal alcanzado por las cofradías y congregaciones que integran la procesión del Santo Entierro. Y es que hace tres años, cuando también amenazaba lluvia, la Oración en el Huerto de los Olivos no salió, pero el resto sí, aunque de manera desordenada, provocando un caos a la hora de desfilar todas juntas por las calles del centro de la ciudad. Por este motivo, entonces se habló que si las primeras procesiones no salían y había riesgo de lluvia, se suspendían todos los desfiles. Aunque desde la hermandad de Jesús Nazareno se asegura que no existía ningún pacto y siguieron las directrices del Obispado, que daba libertad a cada agrupación para decidir si desfilaban o no.

Origen de la cofradía

La cofradía tiene sus raíces en la procesión que la Cofradía de la Vera Cruz organizaba el Miércoles Santo en el s. XVII con la imagen de Jesús con la Cruz a Cuestas, que sigue desfilando con dicha cofradía y es conocida como el Nazareno Chico. Viendo los devotos que acompañaban el desfile el miércoles, sin ser parte de la cofradía, que los cofrades que participaban el Jueves Santo en la procesión de disciplina no acompañaban a la misma imagen de forma decorosa, se integraron en el desfile vestidos de manera similar a estos, con túnica de tafetán azul o morado y soga de esparto al cuello, y cargando una cruz dando ejemplo de penitencia. Estos devotos que no pertenecían a la Vera Cruz fundaron la Congregación en el Convento de San Francisco el Real, sede de la Vera Cruz, el 11 de noviembre de 1688, siendo refrendada canónicamente el 1 de mayo de 1689 con sede en dicho convento.
 
La Congregación decidió en 1715 tener su propio paso encargándose la hechura de un grupo de ocho figuras con el momento del encuentro de Jesús con las hijas de Jerusalén. La imagen del Nazareno se encargó a José de Larra Churriguera, desfilando el Jueves Santo de 1716. El grupo se fue completando en años sucesivos con imágenes de distintos autores. Debido a incorporación del paso propio surgió una discordia con la Vera Cruz, a resultas de la cual la Congregación fue expulsada del Convento de San Francisco, trasladándose al Colegio de Clérigos Menores de San Carlos Borromeo. A partir de ese momento la Congregación abandonaría las procesiones de la Vera Cruz, organizando una independiente.
 
Durante el siglo XIX y principios del XX la congregación fue la más numerosa de las cuatro existentes en la ciudad. En 1938 el obispo Plá y Deniel promovió una procesión extraordinaria rogativa con el paso del Nazareno a la Catedral por el fin de la Guerra Civil , que se celebró el Domingo de Pasión. En 1942 se encargó un nuevo paso a Francisco González Macías representando el entierro de Cristo. En 1946, a raíz de la recuperación del Acto del Descendimiento previo a la Procesión General, la congregación se planteó, junto con la Congregación de Jesús Rescatado la inclusión de un nuevo paso simbólico compuesto por la cruz con el sudario, indicando que se acababa de efectuar el descendimiento del cuerpo del Señor. No hay conconstancia de que este proyecto se llevase a cabo, o por lo menos de que perdurase en el tiempo.
 
En los años setenta la situación general de la Semana Santa salmantina fue de crisis, dejando de desfilar el paso del Santo Entierro y participando poquísimos hermanos de fila, apenas quince, aun así el paso del Nazareno siguió teniendo cargadores y no fue necesario sacarlo a ruedas, como sí le sucedió a la mayoría de los pasos en la ciudad. En 1978 empieza la recuperación a raíz de medidas como la equiparación de derechos, antes había distinción entre diputados y hermanos de carga, y el permiso para admitir mujeres vistiendo el hábito de congregante en 1982, anteriormente eran hermanas de devoción. En 1989 se recuperó para el desfile el paso del Santo Entierro, añadiendo su titulación a la de la Congregación.

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