Los salmantinos que forman parte de los grupos de riesgo, a los que está recomendada la vacunación, podrán acceder a la vacuna antigripal y antineumocócica a partir de este lunes y hasta el 30 de noviembre. La Junta de Castilla y León dispondrá durante esas seis semanas de 95.570 dosis vacunales para la gripe y el neumococo, con las que se ha provisto para atender las necesidades asistenciales de esta acción preventiva de salud pública en la Comunidad, de carácter universal, voluntaria y gratuita para las personas a las que está dirigida.
 
El acceso a la vacunación de las personas a las que su médico así se lo recomienda se hará, generalmente, a través de los centros de salud o consultorios locales, y siempre a través de la oportuna petición de cita previa. En el caso de pacientes hospitalizados, estos podrán ser vacunados durante su estancia en los hospitales, y si se trata de personas institucionalizadas en centros de atención a personas mayores o de asistidos, la vacunación se realizará por medio de la red de Atención Primaria de SACYL en colaboración con el personal de esos centros.
 
El personal sanitario y socio-sanitario y otros profesionales incluidos en la población diana y que componen grupos de interés para la colectividad podrán recibir la inmunización en sus centros de trabajo y servicios de prevención laboral. Asimismo, la Junta de Castilla y León desarrollará una campaña de vacunación para los empleados públicos de la Comunidad. En todo caso, Sanidad pide a los ciudadanos que las peticiones de vacunación y el acceso a la vacuna se realicen de forma escalonada a lo largo de las seis semanas de duración de la campaña, favoreciendo así un uso racional y adecuado de los servicios asistenciales sanitarios.
 
Potenciar la vacunación entre pacientes crónicos y personal sanitario
 
La Junta plantea la presente campaña antigripal con el objetivo de potenciar la vacunación en dos colectivos concretos, el de los enfermos crónicos y el de los profesionales sanitarios. En el caso de estos últimos, la vacunación es primordial, ya que al estar en contacto directo con pacientes no sólo tienen el riesgo de sufrir la enfermedad, sino que pueden ser transmisores del virus. SACYL plantea una serie de acciones específicas, tanto de sensibilización como de acceso a la vacuna, dirigidas a alcanzar unas coberturas mínimas en cada una de sus gerencias de Primaria, Especializada y Emergencias, para llegar, al menos, al 30 % de cobertura vacunal entre los trabajadores de la Gerencia Regional de Salud -el año pasado se alcanzó en torno al 25 % en los profesionales de SACYL-.
 
En el caso de los enfermos crónicos, la vacunación les protege ante el agravamiento que puede provocar la gripe de sus enfermedades de base, por lo que siempre es recomendable que se inmunicen ante la enfermedad. Para este fin, la Junta cuenta con la colaboración de las asociaciones de pacientes crónicos de Castilla y León, cooperación que también se amplía a otras alianzas externas con las sociedades científicas, los colegios profesionales sanitarios -entre ellos, el de farmacéuticos- y las organizaciones sindicales, con el fin de ampliar las coberturas vacunales de la Comunidad en los grupos de riesgo sanitarios y sociales a los que se dirige la campaña.
 
La población diana a la que se ofrece esta acción preventiva está compuesta por los siguientes grupos de riesgo, ya sea sanitario y/o social: personas adultas y niños mayores de seis meses que padezcan enfermedades crónicas -pulmonares, cardíacas, diabéticos o inmunodeprimidos, entre otras-, así como a personas con discapacidad y/o déficit cognitivo -síndrome de Down o demencias-; niños y adolescentes, de entre seis y dieciocho años, que reciban tratamientos prolongados con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar el síndrome de Reye tras la gripe; personas con obesidad mórbida -índice de masa corporal superior a 40-; mujeres embarazadas, en cualquier momento del embarazo; personas institucionalizadas (mayores de seis meses) que residan en instituciones cerradas, como centros o instituciones geriátricas y centros de asistencia a enfermos crónicos o con discapacidad psíquica o mental, entre otros; personal del Sistema Regional de Salud; grupos que pueden transmitir la gripe a personas de riesgo, como trabajadores de centros asistenciales de personas mayores, trabajadores sociales de similar dedicación -atención a crónicos- y cuidadores y convivientes de pacientes de riesgo; servicios esenciales para la comunidad, como bomberos, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado o Protección Civil; trabajadores de granjas y mataderos de aves y otros relacionados con el Medio Ambiente; y personal de Educación, especialmente de guarderías y de centros de Educación Infantil.

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