Una de las cosas que no cambia en los hábitos de consumo es la mala alimentación que, por regla general, sigue la sociedad. Es cierto que la fruta la consumen diariamente tres cuartas partes de la población y las verduras, la mitad, pero los alimentos industriales, las bebidas alcohólicas y las refrescantes también tienen una amplia presencia en la dieta. En concreto, un 6%, 9% y 13%, respectivamente, lo hacen a diario. 

Según las respuestas, es reseñable que la carne se consume en una mayor medida que el pescado. De hecho, un 83% de los encuestados por FUCI para su informe indica que lo hace, al menos, tres veces por semana, por el 73% de los consumidores de pescado en la misma cantidad. Otro de los datos importantes es que las legumbres no son una parte importante en la dieta de la población, que admite consumirla solo una vez a la semana o menos en más de un 50%. 

Es igualmente curioso que los que siguen una alimentación más sana se encuentran en zonas rurales, en las que hay un mayor consumo de pescado y de legumbres y menos de alimentos industriales, bebidas alcohólicas y bebidas refrescantes que en las ciudades. Además, entre hombres y mujeres también hay diferencias importantes en los hábitos. Son ellos los que consumen más carne, un 23% admite hacerlo diariamente por el 10% de las mujeres.

Estas últimas, además, tienen una alimentación más sana en otros ámbitos como el consumo de frutas y verduras a diario o el de bebidas alcohólicas. En el primero hay una diferencia de un 30% entre géneros mientras que en el segundo, aunque se va reduciendo en los últimos años, sigue teniendo una prevalencia importante en el consumo del hombre sobre el de la mujer. 

Los jóvenes, peor alimentados

El consumo verduras es, asimismo, mucho más amplio a medida que se avanza en edad. Así, los jóvenes que admiten hacerlo a diario solo llegan al 38% por el 57% de los mayores de 65 años. En cambio, esto es inversamente proporcional en el caso de alimentos industriales o bebidas refrescantes, en el que hay un mayor consumo entre los jóvenes, que en la franja de edad hasta los 35 años, un 26% lo hace a diario por solo el 3% de los más mayores. 

Además, cuanto más jóvenes sean los compradores, mayor es el porcentaje de los que optan por productos congelados o, incluso, platos preparados, aunque estos últimos lo son en una proporción menor. Así, de 18 a 35 años, los alimentos congelados o frescos apenas tienen una diferencia de un 10% que se va ampliando hasta un 70% en los más mayores. Dentros de estos, son los hombres los que compran, en general, más productos congelados, en torno al 30% por solo el 17% de las mujeres. 

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