El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, afirma que la reordenación de recursos humanos del mapa de Atención Primaria responde a criterios de racionalización y mejora de la eficiencia y funcionamiento de este nivel asistencial, y no a razones economicistas como se pudiera pensar en tiempos de crisis. Es más, insistió en que no menoscabará la atención actual, ya que como puntos de partida se establece que no se reducirán las plantillas y se garantizará la atención que se presta en los centros de salud, consultorios locales y en el domicilio.
 
El consejero, que compareció en la Comisión de Sanidad de las Cortes a petición propia, explicó que la reordenación busca acabar con las desigualdades en la carga asistencial a la que están sometidos algunos profesionales, sobre todo el ámbito urbano, que tienen asignadas hasta 1.700 tarjetas, cuando algunos cuentan sólo con 300. Sáez Aguado arrojó algunas cifras, como que la ratio actual de pacientes por médico en la actualidad es de 931, frente a los 1.398 de la media nacional, mientras que en enfermería estos profesionales acumulan 1.158 tarjetas, frente a las 1.606 que tienen asignadas de media en el conjunto del país. A su juicio, estos datos corroboran el nivel de la prestación en Castilla y León.
 
La ordenación territorial de los recursos de Primaria, que dijo que es una reivindicación de los propios profesionales y de las sociedades científicas, se está negociando en la mesa sectorial de sanidad. Afectará tanto a médicos como a enfermeros y para elaborar la propuesta se ha tenido en cuenta no sólo las cargas asistenciales en bruto, sino variables por cada zona básica de salud y demarcaciones asistenciales, tales como el tamaño de las poblaciones por tramos de edad; lugar donde se ubica la demarcación (rural, urbano o semiurbano) número de consultorios, tiempo de desplazamiento para acceder a éstos, junto a la frecuentación media del último año.
 

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