La experiencia requerida guarda relación directa con la categoría profesional ofertada. Así, a mayor responsabilidad, mayor requerimiento de experiencia. Es decir, se convierte en realidad la máxima de ?la experiencia es un grado?.
En esta línea, la experiencia media solicitada para los perfiles directivos es de 5,6 años, mientras que para los mandos intermedios es de 4,2 años. Muy por debajo se quedan los técnicos, con un promedio de 2,1 años de experiencia, y los empleados, con 1,2 años, la más baja de todas.
En cambio, la proporción de ofertas de empleo que hace referencia a la experiencia de los candidatos como un requisito para optar al puesto es mucho mayor en el caso de los directivos, donde asciende al 93%. Para los mandos intermedios, sin embargo, es la menor de todas: sólo un 63%. En un punto intermedio, los técnicos, con un 77% de ofertas que indican experiencia, y los empleados, con un 75%.
De las ofertas para directivos que sí indican la edad como uno de los requisitos de acceso, el 50% solicita que esa experiencia sea superior a cinco años, y el 34%, que sea de entre 3 y 5 años. Por tanto, las ofertas destinadas a cubrir esta categoría profesional no sólo son las que mayor importancia otorgan a la experiencia, sino que, además, son las que mayor experiencia demandan. En el caso de los mandos intermedios, el 40% de las ofertas que se dirige a este colectivo pide una experiencia de entre 3 y 5 años. También es habitual que se demanden más de 5 años en un puesto similar, tal y como indica el 27% de las ofertas dirigidas a mandos intermedios.
Para los puestos técnicos lo más común es que no se requiera experiencia previa. Al menos así lo señala el 32% de las ofertas. En segundo lugar, el 20% de las ofertas indica una experiencia de 2 a 3 años desempeñando funciones similares a las del puesto ofertado. Tampoco es necesaria la experiencia en el caso de los empleados, pues el 39% de las ofertas señala expresamente entre sus requisitos ?sin experiencia?.
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