El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, en nombre de la ciudad de Salamanca, ha entregado este miércoles en el Teatro Liceo las Medallas de Oro 2014 a la Fundación Rodríguez Fabrés, en el año de su centenario, y a Juan Antonio Pérez Millán, impulsor y coordinador de la Filmoteca Regional. El reconocimiento a ambos premiados fue aprobado por unanimidad por parte del Jurado de Honores y Distinciones y refrendado por el pleno de la Corporación municipal.

"Para acceder a esta distinción  no basta con la mera acumulación de méritos, premios y menciones previas, hace falta el reconocimiento social que sólo se logra cuando el candidato ha devuelto a la ciudad parte de lo mucho que ha recibido de la misma", explicó en su discurso el concejal de Cultura, Turismo y Festejos, Julio López, en calidad de juez instructor del expediente para otorgar las Medallas de Oro.

En primer lugar, destacó el camino de Vicente Rodríguez Fabrés, que al final del mismo legó a la ciudad una labor social por hacer a través de su Fundación, "costeada con los rendimientos de toda una vida, patrimonio económico que cifra su riqueza no en términos monetarios sino con el valor que más alto cotiza, el de la solidaridad". Al lado de esta trayectoria una vez centenaria, la de Juan Antonio Pérez Millán, "forjada por una infinidad de acciones, desvelos, esfuerzos y trabajo por la cultura. Esa lección de salmantinismo que dan muchos de los que no han tenido la suerte la de nacer en nuestra tierra pero que un día decidieron pasar por ella, quedarse, echar raíces y brindar los frutos de su talento y trabajo a la misma sociedad que los acogió".

Fundación Rodríguez Fabrés

12 de octubre de 1972. Juan José, un niño de 11 años natural de Babilafuente, cruza por primera vez la puerta que da acceso a las instalaciones educativas de la Fundación Rodríguez Fabrés, en la orilla del río Tormes.  En el trayecto desde el imponente enrejado hasta el edificio principal y acompañado sólo por su ligero equipaje en el interior de un fardel de tela blanca, los pensamientos, nervios e inquietudes se agolpaban en su cabeza, consciente del vuelco que daría su vida con esta nueva oportunidad.

"Tres platos de comida al día, una cama para él solo o pasta de dientes eran algo que experimentaría  en la Fundación por primera vez en su corta existencia. Estos lujos no cabían en el humilde hogar del que procedía y que compartía con 6 hermanos más. Los escasos y en ocasiones poco frecuentes ingresos de su padre, un obrero agrícola eventual, apenas daban para cubrir las necesidades más básicas de tan numerosa familia.14 años después vuelve a cruzar la puerta de la Vega, esta vez mirando a la ciudad, tras haber recibido una formación de calidad y con el título de Licenciado en Ciencias de la Educación bajo el brazo. Hoy aquel niño, Juan José Peralta Gutiérrez, es gerente y copropietario de una empresa puntera del sector de equipamiento para la industria alimentaria con una plantilla de 40 empleados y Patrono de la Fundación que tanto le dio y a la que tanto debe", destacó Julio López para resumir "lo que ha significado su existencia para miles de personas de nuestra ciudad y provincia a lo largo de sus 100 años de vida".

 
Juan Antonio Pérez Millán

Por su parte, el 29 de septiembre de 1948 nace en Algeciras Juan Antonio Pérez Millán. Tras una estancia en Madrid obligada por un nuevo destino de su padre, militar de profesión, ingresa en el seminario de Huelva. De nuevo en Cádiz cumple los tres últimos años de filosofía y tiene su primer contacto con el mundo laboral en los astilleros de la capital andaluza y en Osnabrück Alemania. Para la realización de los últimos cursos de Teología, Pérez Millán se desplaza a Salamanca,  a su Universidad Pontificia donde obtiene dicha titulación y se gradúa en Psicología. Desde el primer momento, a Juan Antonio le atrajo la idea de convertirse en un salmantino de Algeciras. Sabía que en la ciudad además de calidad académica encontraría más facilidades para disfrutar de su gran pasión, el cine.

Su encuentro con Enrique de Sena, director entonces de El Adelanto le permitió publicar artículos, críticas y noticias cinematográficas en una página dominical. "En ellas vertía lo absorbido en los cine-clubs que frecuentaba a menudo como el cine Forum Fecum, punto de encuentro para los cinéfilos salmantinos donde Pérez Millán presentó varias películas y moderó los coloquios que se alargaban hasta altas horas de la madrugada una vez finalizada la proyección. Su relación con nuestra casi ocho veces centenaria Universidad se amplía con la colaboración con sus Cursos Internacionales donde volvió a encontrarse con el crítico Fernando Lara. Este reencuentro motivó la invitación de Lara para que Pérez Millán colaborara en distintas publicaciones, encargándole críticas, entrevistas, traducciones de guiones y haciéndole frecuentar como enviado especial, varios festivales nacionales e internacionales de cine", explicó Julio López.

Y añadió cómo en 1979 y con los compañeros de facultad antes mencionados ponen en marcha la Escuela Municipal de Cine Infantil que daba varias sesiones todos los fines de semana en el antiguo colegio de La Salle. Hasta ella se trasladaban niños y niñas en autobuses desde distintos puntos de la ciudad  y allí se les proponía diversos ejercicios sobre las películas seleccionadas al efecto, entre ellos el rodaje de pequeñas producciones en Super-8. La Escuela de Cine, que llegó a tener más de quinientos participantes, intervino en programas de Televisión Española y acudió a Festivales como el Internacional de Cine para la Infancia y la Juventud en Gijón donde fue premiada.

Posteriormente, un antiguo compañero de estudios, Rafael Román Guerrero, por entonces Consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, le propuso trasladarse a Sevilla como Director General de Cultura. Una de las tareas más gratificantes que desarrolló Pérez Millán de vuelta en su Andalucía natal fue el diseño y puesta en marcha de los nuevos centros regionales de cultura, entre ellos la Filmoteca de Andalucía, que tendría su sede en Córdoba. La siguiente llamada fue en esta ocasión de Pilar Miró desde la Dirección General de Cinematografía para encomendarle el reto más importante al que Juan Antonio se había enfrentado hasta ese momento: la dirección de la Filmoteca Española que atravesaba una situación económica y administrativa muy delicada. La reestructuración orgánica de la propia Filmoteca, o el diseño y aplicación de medidas para la mejor protección del patrimonio cinematográfico español fueron algunas de las medidas llevadas a cabo por nuestro hoy homenajeado.

Sus planes de regreso a Salamanca se vieron truncados por el ofrecimiento del Presidente de la Junta de Castilla y León, Constantino Nalda para que ocupase el cargo de Consejero de Educación y Cultura. Esta breve experiencia en la administración autonómica y con la ayuda de sus habituales colaboradores, Pérez Castro y Jesús María Santos entre otros, sirvió para idear la puesta en marcha de una Filmoteca Regional. Aquel sueño pronto sería una realidad al encargarle el consejero de Cultura del Gobierno siguiente, León de la Riva, la puesta en marcha y coordinación de la Filmoteca Filmoteca de Castilla y León, un nuevo organismo que se instalaría en Salamanca gracias a la colaboración de la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de la ciudad. A ella ha dedicado Juan Antonio Pérez Millán los veinticinco últimos años de su vida laboral hasta su jubilación en septiembre de 2013 con un sobresaliente éxito, convirtiendo a nuestra filmoteca en una de las más importantes de España.

 
Medallas desde el año 2000

La concesión de las Medallas de Oro está regulada por el Reglamento Orgánico de Funcionamiento del Ayuntamiento y distingue anualmente a personalidades e instituciones que han contribuido de forma relevante a la difusión de los valores de la ciudad de Salamanca. Desde el año 2000 han sido distinguidos con la Medalla de Oro de Salamanca: Antonio Romo y Luis Sánchez Granjel (2001), Obra Social y Cultural de Caja Duero y Esperanza Aguirre (2002), Antonio Fernández Alba y Victoriano García Pilo (2003), Fundación Víctimas del Terrorismo (2004), Manuel Fernández Álvarez y Julián Álvarez Villar (2005), Antonio López Borrasca y Dominicos (2006), Mariano Rodríguez y Juan José Hidalgo (2007), Asociación Víctimas del Terrorismo y Asociación Española contra el Cáncer (2008), Silvestre Sánchez Sierra y Cursos Internacionales de la Universidad de Salamanca (2009), Luciano González Egido y Olegario González de Cardedal (2010), José Antonio Pascual y Rosa Colorado (2011), Miguel de Unamuno –a título póstumo- (2012) y en 2013 Ignacio Sánchez Galán y Cruz Roja Española.

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