El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció esta semana durante el Debate sobre el Estado de la Nación que los contribuyentes que ganen menos de 12.000 euros no pagarán Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) a partir del año 2015. Además, se mejorarán las deducciones fiscales para las familias al elevarse significativamente los mínimos personales por hijos y ascendientes, así como por el cuidado de personas con discapacidad.

Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) estiman que esta ampliación del mínimo exento del IRPF tiene dos visiones contrapuestas, en función de quién sea el destinatario de las consecuencias. Positivas para los contribuyentes, pues los mileuristas se ahorrarán 50 euros al año, pero negativas para las arcas del Estado, pues esto supondrá una pérdida de recaudación de casi veinte millones de euros.

Gestha explica en un comunicado que no todos los asalariados y pensionistas se verán afectados por la nueva medida porque la gran mayoría, quienes ganan menos de 11.121,2 euros al año, no tributan nada a Hacienda desde el año 2010. Y es que los jubilados con más de 75 años que hacen una declaración individual y las parejas con dos hijos que realizan una declaración conjunta también tienen ya beneficios en el IRPF.

 

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