El Ministerio del Interior utilizará a partir del último trimestre de este año agentes de seguridad privada para realizar labores de vigilancia auxiliar en las cárceles, según confirmaron ayer medios gubernamentales. La previsión es poner en práctica la medida en cerca de una veintena de centros penitenciarios, aunque la cifra definitiva podría variar y todavía no se ha especificado en qué prisiones, a la espera de ver si, como apuntan las previsiones, afecta al centro penitenciario de Topas.
No se contempla que los guardas jurados sustituyan a la Guardia Civil o a los funcionarios en las tareas que les corresponden y su tarea será la de control externo o manejar los monitores del circuito cerrado de las cárceles. Interior aclaró que todavía no ha cerrado ningún acuerdo con empresas de seguridad. Ni tampoco ha concretado cuántos vigilantes serían necesarios para cubrir las necesidades de las prisiones en España.
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