A su juicio, todo ello es además especialmente gravoso cuando el pago de la deuda y sus intereses se come nada menos que el 30% de los gastos. A lo que añade que Cultura pierde un 19,6%, Industria y Energía un 13%, las infraestructuras un 15% y así podríamos seguir hasta descubrir que las subvenciones para la cobertura social que prestan los Ayuntamientos se verán recortadas en un 40% y la cooperación al desarrollo nada menos que un 23%.
Para IU, “en todo caso, lo que queda meridianamente claro es que son unos presupuestos que ni pueden ni deben cumplirse. No se cumplieron los de 2012 y no se van a cumplir estos porque parten de un escenario macroeconómico que no es creíble, en el que se pretende una cierta recuperación económica cuando aumenta el ajuste y se prevé más paro, algo que es absolutamente contradictorio. Algo que queda patente cuando, al prever más paro, igualmente se prevén más aportaciones a la Seguridad Social. Es directamente un sinsentido”.
Promesas sin cumplir
En relación a las inversiones en Salamanca, Izquierda unida aclara que, aunque sean mayores que las del año pasado, “únicamente dejan a la vista el brutal desplome que sufrieron en aquel ejercicio”, pues son unas cifras inferiores que las de 2010 y casi en la mitad de lo presupuestado en 2009.
“Nos alegramos, como no podría ser de otra manera, de la aparición en dicho presupuesto de una partida muy prominente para la electrificación de la vía Medina del Campo–Fuentes de Oñoro, puesto que Izquierda Unida lleva años reclamando que se termine finalmente de electrificar un tramo que debe ser el único en el espacio París–Lisboa que se encuentra en esta situación. Pero hemos de recordar igualmente que ya en ejercicios anteriores hubo la promesa de electrificarla y que el proceso de licitación está siendo tan tedioso y lento que lo más prudente es esperar a que comiencen finalmente las obras para poder alegrarnos tras años de espera”, añade IU.
Y concluye: “En definitiva, estamos ante los presupuestos del ajuste, del mandato de la troika y del paro. Estos presupuestos generarán más desempleo, más pobreza y son verdadera gasolina para unas calles que comienzan a calentarse. La tensión y la contestación social, con una población sometida a suicidas políticas de ajuste interminable, va crecer de forma exponencial y el único responsable es el Gobierno que aplica la política del palo y el hambre. El Gobierno, con estos presupuestos, parece querer llevar a España por la senda de Grecia”.
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