En torno a los 10 años es la edad en la que los expertos afirman que los menores ya saben distinguir lo que está bien y lo que no, pero la entrega de un teléfono móvil dependerá de la maduración y responsabilidad de cada caso. Así, los expertos aconsejan no facilitar un móvil a un niño si no está preparado y si además no se establecen unos límites para su uso.
Así la psicóloga Virginia Santiago afirma que el principal consejo contra la nomofobia –miedo a salir de casa sin el teléfono móvil- pasa por la regulación de su uso a los más pequeños. “Además hay que hacerles ver que cuando no llevan el teléfono no pasa nada”, y es que esta experta asegura que hay pequeños que incluso llevan el móvil al colegio, “cuando es un lugar en el que están controlados y no lo necesitan”.
Además, también recomienda a los padres dar un buen ejemplo a sus hijos ya que “también depende del uso que se le de al móvil en la familia. Si un niño ve cómo su padre está comiendo en la mesa sin dejar de utilizar el teclado del teléfono, él lo verá como algo normal”. Por ello, y pese a lo difícil que resulta hoy en día, recomienda que una vez finalizada la jornada laboral y cuando se está en familia, se desconecte el teléfono.
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