Cerca de dos mil salmantinos han sido citados para que la intervención quirúrgica se les realice en clínicas privadas de Zamora (casi 1.200), Burgos (cerca de 500), Valladolid (más de 200), Segovia (medio centenar), incluso a cinco para Madrid. Sin embargo, la tercera parte está rechazando desplazarse a otras provincias para operarse, pues los problemas secundarios que están sufriendo numerosos pacientes de los ya operados, difundidos a través de las redes sociales, les están echando para atrás. SALAMANCA24HORAS ha hablado con varios de estos pacientes, recogiendo sus experiencias personales sobre lo que supone tener que viajar hasta otra provincia para operarse. 

División de opiniones, con salmantinas encantadas, como María José, quien llevaba dos años esperando para que le colocaran una prótesis en una rodilla. ?No me querían operar aquí porque estaba fuerte, pero me llamaron y si no me operaba ahora tendría que esperar otros tres años?. Al final aceptó operarse en Burgos. ?Al principio te sienta mal, sobre todo por la familia, que no tiene facilidad para poder desplazarse fuera, pero después el trato ha sido excelente, no ha sido molestia ir fuera, estoy encantada y volvería a repetir?.

El caso de Julián es también satisfactorio. Llevaba ocho meses esperando para operarse de hernia inguinal y le operaron hace veinte días en Zamora. ?He venido encantado de la clínica, con personal joven y muy atento con los pacientes. Ya estoy recuperado. El que quiere se opera, el problema que nos cuesta dinero, pero dice el refrán que el que algo quiere algo le cuesta?.

Más problemas ha tenido Carmen, a quien su médico en Salamanca le dijo que le tenían que operar de tres dedos del pie, pero en Zamora sólo le han operado uno. Después de un año esperando a que le llamaran para operarse en el hospital Clínico, accedió en la vecina provincia por la cercanía y para no esperar más tiempo. Sin embargo, su experiencia no es del todo positiva. ?No puede ser que nos llevaran a varias personas a Zamora en un autocar para operarnos del pie, con las molestias que supone viajar así, y el mismo día nos trajeran en el mismo autocar, con los pies abajo cuando se recomienda todo lo contrario?. Ahora está a la espera de tener cita con su médico para preguntarle por los otros dos dedos que debían operarle.

Y más problemático es el caso de Manuel, quien tuvo que viajar a Burgos para colocarle una protesis. La distancia hizo que el viaje fuera ya de por sí incómodo, algo que se le olvidó cuando después de dos años esperando la anhelada intervención quirúrgica, por fin se produjo. Pero fue algo pasajero. ?No debieron intervenir bien porque ahora la zona operada se ha infectado y tengo que estar tomando otros medicamentos. Tengo muchos dolores y no me dan respuesta. Estoy peor ahora que antes de operarme?, afirma.

 

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