Siempre ha sido un enamorado de la belleza natural, la poesía y el extenso campo. A sus 79 años, todavía suspende en su retina los momentos tan apasionantes que ha vivido entorno a esta ruta, ya realizada por los musulmanes pero que perfeccionaron los romanos. Además de permanecer en pleno contacto con nuestro ecosistema y tener una labor fundamental en su desarrollo, dicha asociación relaciona a sus socios con la historia viva de un trazado que alberga muchas vivencias durante todos estos siglos.

La Asociación de Amigos del Camino de Santiago, presente desde 1991, tiene una rama cultural en la que están presentes más de sesenta socios salmantinos “a parte de los que se unen de fuera, porque no es necesario ser socio para realizar las actividades”. Los participantes a las excursiones suelen contribuir con una cuota de entre diez o doce euros si pertenecen a la asociación, porque “el autobús hay que pagarlo”, piensa su presidente.

Durante esta ultima década, Casimiro relata que “ha evolucionado muy poco el Camino de Santiago” y que fundamentalmente el fin suele ser algo relacionado con lo sagrado: “No sé qué tiene que todos los peregrinos cambiamos”, destaca el presidente. Antes, el peregrino venia a estas tierras por algo espiritual, por enfermedad o a morir en estas tierras. “El peregrino actual tiene mucho dinero”, y se ha convertido en un negocio que sobretodo saben explotar en el camino francés, con más visitantes “y donde las autoridades reciben mucho dinero”.

Le encanta el ambiente que se vive alrededor de estas zonas marcadas, donde “hay gente muy buena que te cuenta todo”, animales asilvestrados y un ambiente de respiro inigualable para algunos que, como Casimiro, ya han realizado esta ruta mas de una vez, por todo lo que entraña.

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