Por ello denuncian "la deplorable gestión de los políticos y gestores, que siguen derivando los recursos a gastos ineficaces y despilfarros, mientras que recortan por lo más fácil y en lo que más deteriora la calidad de los servicios de salud".
Denuncian también el deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores de la Salud Pública, no supliendo bajas ni jubilaciones, con incremento de cargas imposibles de asumir con un mínimo de calidad, con tal incremento de horas y de disponibilidad que imposiblitan el trabajo eficiente y la conciliación de la vida familiar, deteriorando la salud de los trabajadores y la de los pacientes.
Denuncian el deterioro de las prestaciones sanitarias con aumento de las listas de espera, reducción de camas e intervenciones, peligrosos retrasos en pruebas diagnósticas y en tratamientos, incremento en gasto para las medicinas en familias con economías cada vez más mermadas...
Estas son algunos de los motivos que alegan para convocar de nuevo una movilización que en ocasiones anteriores ha cortado incluso el tráfico en el paseo de San Vicente.
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