Esta mañana se han inaugurado las cuartas jornadas sobre la memoria de la mujer, dedicadas en esta ocasión a las mujeres milicianas durante la Guerra Civil española y el Franquismo. Se trata de la mujer en contexto de guerra mediante una reflexión profunda sobre los conceptos de memoria y, concretamente, de las mujeres republicanas y exiliadas. En este caso, las armas no tienen que ser entendidas como un fusil o un arma de fuego, sino también como objeto de denuncia mediante la fotografía. La cámara de fotos pasa a considerarse un arma más durante estas conferencias: "Se trata de un tema novedoso y además muy interesante que ya se ha tratado, pero no siempre con la profundidad que se merece", explicó Josefina Cuesta, profesora de historia contemporánea.

Desde finales de los 80, el archivo histórico de la Guerra Civil organizó una exposición y unas jornadas sobre mujeres en guerra. Pasados veinticinco años, la Universidad de Salamanca y el Centro Documental de la Memoria Histórica retoman el tema en estas jornadas desde una perspectiva muy monográfica, centrándose en la mujer desde su participación más atípica: la mujer transgresora en la guerra. "Esta mujer ha roto todos los principios que hasta el momento se le asociaban: ella era la madre doliente, la enfermera, la cuidadora... La mujer estaba siempre en el campo de los cuidados, del sufrimiento, del dolor y de la colaboración en el espacio privado", explicó Josefina Cuesta.

Sin embago, aquí se refleja la mujer en un espacio público y predominantemente viril hasta ese momento. Se trata de un territorio que no había sido habitual hasta ahora para ella: la violencia y el uso de las armas en el frente de guerra. La profesora explicó que, en este sentido, la historiografía ha cambiado el análisis de la mujer, recogiendo ahora esta nueva esfera combativa: "Las mujeres han comenzado a ser analizadas como arma de guerra. Se lucha también con ellas, incluido su propio cuerpo". A finales del año 36 la mujer se repliega a la retaguardia, cuando los republicanos son acusados de cobardes por parte del bando nacional, principalmente por dos motivos: por mandarlas al frente y por llenar éste de prostitutas con la consecuente propagación de enfermedades. Durante las jornadas también se hablará de la imagen gráfica de la mujer miliciana, en el cine, en documentales o mediante la fotografía. 


Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído